El pasado viernes 13 de abril dio comienzo un año más el Torneo de Baloncesto Hermano Adolfo en La Salle Montemolín. Durante tres días, nuestro colegio se llena de distintos colores con todos los equipos invitados, pero siempre destacan los nuestros. El colegio se pinta de azul y amarillo, más que nunca.

Durante la tarde del viernes, además de los partidos programados entre los equipos invitados, se disputó «el partido de las estrellas». Como cada año, padres y entrenadores se enfrentan en la cancha con el único fin de pasarlo bien y hacer disfrutar a todo el público. Este año el puesto de mesa y árbitro, lo hemos cedido a las nuevas generaciones que como nosotras han disfrutado tuneando el marcador a favor de los padres.

Disfrutamos tanto del partido como de la convivencia con los demás jugadores de otras categorías ya que todos estábamos allí animando a nuestros padres.

El sábado día 14 de abril, se jugaron la mayoría de partidos del torneo. Desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde, todas las canchas del colegio estuvieron en marcha con partidos consecutivos. Incluso se instalaron canastas portátiles de minibasket en el recreo para que los más pequeños del cole pudieran jugar su primer torneo y empezar así con la tradición lasaliana.

Uno de los valores que más fomenta este torneo es la colaboración; por ejemplo, en los partidos de las categorías más pequeñas, nosotros colaboramos como mesas y árbitros y así también podemos ver los partidos desde «el otro lado». Además de vivir un día de baloncesto intenso, la organización del torneo también pensó en otras actividades para todos los participantes: pintacaras, futbolín humano, carreras de karts para los más pequeños y todo esto amenizado con música, refrescos y estupendas tapas del bar organizado por los padres delegados de los equipos de nuestro colegio.

El domingo, además de jugarse los últimos partidos para decidir los ganadores del torneo en cada categoría, se celebró la entrega de trofeos en la que todos los equipos participan y tienen su momento de gloria subiendo al escenario a recoger su merecido premio. Cada equipo recibió una copa y además este año se ha obsequiado a cada participante con una foto de equipo como recuerdo del torneo. En este acto, también se entregaron los premios del sorteo realizado, como cada año, entre los padres que colaboran en el torneo. Esta edición contaba con premios muy atractivos como el clásico jamón, un juego de maletas, una cesta de frutas y una cena y varias camisetas de baloncesto firmadas que hicieron todavía más encantador este momento.

Como acto final de nuestro torneo, celebramos una comida popular con una gran paella que degustamos todos, gracias a la organización y colaboración de nuestros padres delegados, que convirtieron varios espacios del colegio en comedores improvisados para que cupiésemos todos y pudiéramos comer todos juntos.