—Para hacer vuestros cálculos, ¿os gusta más usar el ábaco o la cabeza?

—(Adrián) Me gusta más la cabeza, porque así puedo hacerlo más rápido, más que con el ábaco, y más fácil. Suelo hacer los cálculos con la cabeza tanto en mi casa como en Aloha cuando voy a practicar.

—(Marcos) Prefiero usar la cabeza. La verdad es que utilizar el ábaco no me gusta mucho.

—¿Cómo os empezó a gustar el cálculo mental?

—(Adrián) Empezó mi hermano desde muy pequeño y luego él me enseñó. Mis padres también me ayudaron mucho y me animaron a que empezara a entrenar.

—(Marcos) Comencé con el cálculo mental cuando era más pequeño y me resultó fácil al principio, así que seguí. También les pareció bien a mis padres que trabajase en ello y luego ayudé a Adrián. Además, sigo haciéndolo.

—¿Cuál es el secreto para ser campeón de España de cálculo mental? Porque hacer 70 operaciones en tan solo 3.09 minutos no es nada sencillo siendo tan pequeño.

—(Adrián) Entrenar todos los días, ser el más rápido y también tener habilidad para el cálculo.

—¿Y en tu caso, Marcos? Porque quedar subcampeón tampoco es fácil.

—(Marcos) Practicar, sobre todo. Se puede ser bueno, pero sin practicar es más difícil.

—¿Cuánto tiempo dedicáis al día a entrenar el cálculo mental?

—(Ambos) Solo cinco minutos al día. Hacemos nuestra ficha de entrenamiento y a veces incluso la terminamos antes de que se pasen los cinco minutos. Lo hacemos en casa con nuestros padres para prepararnos para los campeonatos. Además, los dos nos corregimos el uno al otro.

—En el colegio al que vais, el CEIP Juan García Ripollés de Castellón, ¿trabajáis mucho el cálculo mental en las clases de matemáticas?

—(Ambos) No, nos enseñan lo que toca para todos los compañeros. Hacemos una actividad extraescolar en Aloha con otros niños sobre cálculo mental los martes y los jueves.

—¿Cómo fueron los días en Mallorca en los que participásteis en el Campeonato Nacional de Cálculo?

—(Adrián) Muy bien. Estuvimos en el parque acuático de Mallorca, pasamos el día allí. Estuvimos mi hermano y yo practicando afuera, entramos, hicimos la prueba y por la tarde nos dijeron los resultados. Mi hermano quedó segundo en su categoría y yo el primero.

—(Marcos) A mí me hizo ilusión visitar la ciudad con mi familia porque nunca había estado. Nos lo pasamos muy bien.

—¿Cómo os sentisteis cuando os dijeron cómo habíais quedado en el certamen?

—(Adrián) Fue una alegría tremenda. Sabía que era rápido, pero no tanto como para ser campeón. Fuimos mis padres y mis hermanos de vacaciones y a probar suerte. Fue una sorpresa porque además había muchos niños y muy buenos. Me llevé una gran alegría cuando me dijeron que había sido campeón de mi categoría y más cuando supe que era campeón absoluto.

—(Marcos). En mi caso al terminar segundo me quedé algo chafado, pero a la vez estaba contento. Pensé que hice muchas operaciones y creía que lo había hecho genial. Aún así pensaba que iba terminar el décimo o así, ganar sabía que no, pero me quedé cerca.

—¿En Aloha cómo son las clases?

—(Marcos) Estamos una hora y hacemos ejercicios normales. Hacemos la mitad de las clases de ábaco y la otra mitad de cálculo mental. Practicamos con ello y hacemos media página de cada uno. Yo hago sumas, restas, multiplicaciones, divisiones y fracciones e incluso otras cosas relacionadas con las fracciones. Mi hermano al ser más pequeño hace sumas, restas y alguna multiplicación también ha aprendido a hacer.