Escribir este texto es una de las tareas más complicadas, porque es casi imposible reducir la experiencia que hemos tenido la suerte de vivir. El 22 de septiembre de 2017 los alumnos de segundo de bachillerato del instituto Pablo Serrano partimos rumbo a Estados Unidos para vivir una de las mejores experiencias de nuestras vidas. Por aquel entonces no teníamos ni la menor idea de lo que los quince días siguientes iban a significar en nuestras vidas.

El viaje consistía en un intercambio con estudiantes de Alpharetta, una localidad de Atlanta, Georgia. Éstos habían venido a España previamente, por lo que ya habíamos establecido contacto y cierta amistad. Pasamos diez días inolvidables con nuestros correspondientes compañeros americanos y sus familias, días en los cuales asistimos a las clases de su instituto, Alpharetta High School y a una de las universidades de allí, Georgia Tech. ¡Y qué decir de Atlanta! Es una ciudad preciosa que despide pura magia, al igual que New York. Es una de esas ciudades en el mundo donde perderse no es un problema, sino una aventura. Visitamos the World of Coca Cola, un museo sobre la Coca Cola, y algunos lugares habituales para el ocio de nuestros compañeros. Además muchos visitaron el acuario y tampoco faltaron las compras en los grandes centros comerciales de la ciudad.

En la despedida hubo lágrimas, pero también sonrisas inspiradas por la certeza de volvernos a ver pronto. Pero aquí no se acababa el viaje, nos quedaban tres días con sus respectivas noches en la ciudad que nunca duerme: Nueva York.

Allí visitamos los lugares más representativos de la ciudad acompañados por nuestro fantástico guía Albert, un neoyorkino que vive en Brooklyn. Fuimos a ver la Estatua de la Libertad, caminamos sobre el puente de Brooklyn, hicimos mil fotografías en Times Square y contemplamos unas espectaculares vistas desde The Top of the Rock. Además de ir de compras por la Quinta Avenida, también cenamos en los emblemáticos restaurantes Bubba Gump y Hard Rock Café. Al final, como todo, este viaje se terminó, pero nos llevamos una vivencia que recordaremos toda la vida y las ganas de volver para ver mucho más y estar con las familias que dejamos allí. Tuvimos la oportunidad de vivir y apreciar nuevas culturas, la india y la americana por ejemplo, ya que una compañera es oriunda de allí. Además, durante diez días pudimos tener hermanos y hermanas, tanto mayores como pequeños.

Sin duda alguna, si hemos de destacar un aspecto de toda esta experiencia, son nuestros correspondientes y sus familias. Los que tuvieron la suerte de venir a España y los que no pudieron. Ellos son la base de toda la felicidad vivida. Dejar atrás algo con lo que hemos aprendido y reído tanto es una de las cosas más difíciles que existen. Volveríamos a repetir esta aventura mil veces más. Por último, queremos agradecer a los profesores por haber hecho posible este viaje tan enriquecedor para todos. Nunca lo olvidaremos.