Podría calificarse como el videojuego revelación de este 2018. Está en boca de todos los jóvenes, adolescentes e incluso niños, aunque la edad recomendada para jugar es a partir de los 12 años. Es la última tendencia de la que todo el mundo habla y que arrasa entre los escolares (y no tan escolares), en parte porque es gratis, y ha traspasado el mundo virtual convirtiendo en moda el baile de su protagonista, el ganador. Es Fortnite, un videojuego desarrollado por las empresas Epic Games y People Can Fly que fue lanzado al mercado en julio del 2017, tras seis años de desarrollo. Los últimos datos, de enero, cifran en 45 millones los usuarios que el popular juego acumula en todo el mundo.

¿En qué consiste? Fornite es un juego de supervivencia que comienza con un apocalipsis zombi generado por una tormenta morada. Se juega en cooperación con otros jugadores y además permite construir estructuras con materiales que se hallan en el universo virtual. Quienes han jugado explican que "es como jugar a Minecraft, solo que aquí puedes matar zombis y a otros jugadores".

Fornite ofrece varios modos de juego, aunque el más popular es el tipo battle royale, en el que participan 100 jugadores en tiempo real para ver quién es el último en quedar vivo. Cada uno controla a su personaje (tipo cartoon, es decir, algo cómico), que tiene que recolectar materiales y recoger armas para ir eliminando al resto de usuarios.

Solo puede quedar uno: el ganador. Vamos, se trata de matarse. Hay competitividad y compañerismo -se puede jugar solo, por pareja o en grupos de hasta cuatro personas- y está triunfando, entre otras cosas, por la facilidad para interconectarse en diferentes plataformas: si no tienes Playstation pero tienes ordenador en casa puedes descargarte el juego, e incluso se puede jugar desde el móvil. De momento, solo está disponible para iOS aunque en breve se lanzará la versión Android. También permite conectarse a un chat y charlar entre los participantes del mismo equipo.

La influencia de ‘youtubers’

Detrás del éxito de Fornite está también la influencia de youtubers y de gamers que retransmiten sus partidas a través de Twitch. Sin ir más lejos, El Rubius organizó un torneo del videojuego Fortnite el 25 de marzo con cerca de cien jugadores. Tuvo un millón de espectadores simultáneos en un solo canal de Youtube. Participaron gamers, youtubers, músicos y humoristas, y el hashtag con el que se siguió el acontecimiento en Twitter, #YTBattleRoyale, fue trending topic mundial.

Por si esto fuera poco, el juego permite que los personajes que controlan los usuarios puedan ejecutar divertidos bailes y movimientos dentro del juego, y los bailes de los protagonistas también están traspasando a la vida real. Tanto, que varios jugadores de fútbol ya celebran de esta guisa sus goles. En España, uno de los más recientes es el caso de Griezmann, jugador del Atlético de Madrid, que celebró el gol que marcó contra el Sporting de Portugal con el baile toma la L.

Videojuego multiplataforma

Además de por ser gratis y divertido, para los expertos en videojuego, Fornite triunfa porque rompe con todos los moldes de la industria y genera una experiencia de juego que atrapa a los usuarios.

Según Gabriel Pérez, director en Aragón de ConMásFuturo y que se dedica a impartir extraescolares y talleres sobre videojuegos, programación y robótica para niños y jóvenes, uno de los secretos del juego está en su duración: «Son partidas rápidas, donde tienes más posibilidades de ganar y eso te genera una gran satisfacción».

Esto hace que también el juego sea más «adictivo», ya que «no te exige estar mucho tiempo sentado ni pasar horas delante de un ordenador para jugar la partida».

Además, no es como un juego lineal tradicional, sino que la historia se va creando a medida que avanza el juego. «Te obliga a moverte todo el tiempo, porque el mapa se va estrechando, se hace cada vez más pequeño con la tormenta y se van acercando unos jugadores a otros. No te puedes esconder, tienen que hacer una construcción y moverla», relata Pérez.

La experiencia es distinta para cada jugador y además cambia todo el tiempo. Otra de las claves de la popularidad de Fornite es que no hay límites entre la mayoría de plataformas. Esto significa que jugadores en un iPhone pueden jugar con o contra alguien que esté en un ordenador o en una consola, lo que antes no era posible.

Fornite ha abierto el camino para que en un futuro un jugador de PlayStation se mida con alguien que está en una Xbox. Aunque esta característica de Fornite ha generado preocupación entre los expertos en seguridad, ya que el estar diseñado para poder jugar desde distintas plataformas, puede ser aprovechado por los hackers para tomar datos de los usuarios.