La vida es como un parque de atracciones infantil, tiene subidas y bajadas como una montaña rusa. Es un laberinto de espejos, las cosas a veces no son lo que parecen, pero a pesar de ello no puedes rendirte. A veces, cuando estás pasando por un mal momento, piensas que no hay salida, pero la hay, al igual que en los laberintos. Aunque sea dolorosa y complicada, te cueste llegar poco o mucho tiempo, tengas que hacer sacrificios o no, pases por unas cosas u otras, la salida siempre estará ahí, porque en esta vida no puedes rendirte, hay que seguir luchando, y al final del laberinto verás la salida y te sentirás orgulloso de ti mismo. Vive la vida sin meterte con nadie, pues cada cual tiene una luna interior de la que nadie sabe nada.