Hoy en día la palabra respeto ha alcanzado otros significados y ha dejado de lado los anteriores. El respeto hacia una persona se entiende como la consideración o deferencia hacia ella. A mayor confianza, mayor consideración, Si olvidamos esto último jamás nos sentiremos bien a su lado, no confiaremos y estaremos siempre alerta por lo que pueda suceder.

Son muchas las personas que viven en una situaciónd e cero confianza y cero respeto. Ello acarrea numerosos conflictos que pasar de ser malas contestaciones a violencia. Cada día, tanto mujeres como hombres mueren por esta causa. La violencia de género es intolerable, al igual que la violencia de cualquier tipo provocada por una disputa o por diferencia de opiniones.

El tirano es la persona que más respeto ha impuesto en la sociedad. Un respeto que proviene del miedo. Cuando una figura autoritaria gobierna o domina, el resto de individuos viven asustados y con sus opiniones restringidas. Durante mucho tiempo hemos vivido así, sin poder expresarnos. Las personas que se atrevieron a manifestarse fueron reprimidas y castigadas. Incluso asesinadas. Pero ha pasado tiempo desde entonces y el respeto ha dejado de significar lo mismo que miedo y se ha ido transformando en la palabra confianza.

Hemos pasado de temer a un superior a ser capacer de hablar con él sin temblar. Hemos avanzado, ¿pero hasta qué punto? En la actualidad el muro que separaba a un profesor de un alumno o a un padre de un hijo se ha destruido. Tratamos a aquellos que están por encima de nosotros como a un igual y consideramos que eso es lo normal, pero no lo es. A veces la situación se ha invertido y cada vez son más los casos de violencia de hijos a padres. Nos dan todo cuanto pueden y pedimos a pesar de lo que ello supone, y nosotros se lo devolvemos exigiendo más. En los centros de enseñanza ya no se tiene al profesor como la figura de una persona más sabia que tú y a la que debes obeceder.

Pasamos a la confianza sin pasar por el respeto y actuamos como si no hubiera ninguna diferencia. Nos dirigimos a ellos como a un igual, pero dentro del aula son iguales los que están aprendiendo y diferentes del que está enseñando, tan solitario.

Es bueno tener confianza con personas que están por encima de nosotros, pero sin olvidar el respeto y la diferencia que nos separa. Hemos transformado la palabra respeto de miedo a confianza, ¿qué será lo próximo?