El pasado 21 de noviembre fue un día mágico. Los alumnos del Bachillerato de Artes Escénicas Música y Danza del IES Pedro de Luna representaron Sueño de una noche de Verano de William Shakespeare en el Teatro Principal.

Para algunos, era la primera vez que nos subíamos al Teatro Principal. A lo largo del día hicimos dos representaciones con públicos muy distintos. Vinieron a vernos profesores y alumnos de muchos institutos a los que les encantó y quedaron maravillados.

Hacer esta obra de nuevo supuso un reto desde el principio, pues nos remontamos a hace un año cuando nos plantearon hacer a Shakespeare en una asignatura, Talleres Artísticos. La obra fue realizada por primera y única vez en el Teatro del Mercado el 28 de noviembre del 2016. Y el 21 de noviembre, casi un año más tarde, volvimos a subirnos al escenario por doble partida durante la mañana y la tarde, llenando el teatro entero para dar lo mejor de nosotros mismos y que el público disfrutara tanto como nosotros.

Las dos representaciones fueron bien, pero la última resultó más emotiva porque todos nos fundimos en un gran abrazo que demostraba nuestro compañerismo y alegría. Es la última vez que vamos a estar todos juntos en un escenario. Aquello que nos llevamos todos los actores que representamos la obra son los pequeños momentos que hemos pasado juntos todos nosotros, los numerosos ensayos de semanas anteriores, los cambios entre clase y clase cantando las piezas musicales de la obra…

Pero sobre todo aquello que yo personalmente me llevo son las risas en los camerinos, los nervios que teníamos todos y el apoyo que recibía del resto y el compañerismo que había acabó por formar una pequeña familia, porque eso es lo que somos todos nosotros, una familia que se apoya bajo cualquier circunstancia y en todo momento.

Solo queda dar las gracias, a los directores teatrales Juan Luís Pérez y María Ángeles Parroqué por la oportunidad de poder actuar con una gran adaptación y en un gran sitio como lo es el Teatro Principal; a nuestra profesora Cristina Redrado por los ánimos y la ayuda recibida; a Ricardo Huerga por plasmar en fotografías todos los momentos y toda la esencia de aquel día, pero sobre todo, gracias a todos mis compañeros de escena, os habéis convertido en mi familia. Gracias por hacer un sueño realidad.