¿Te imaginas vivir en un pueblo con menos de diez habitantes?, ¿que para ir al centro de salud o al colegio tengas que recorrer varios kilómetros en coche?, ¿o que tu colegio o instituto cierre por falta de alumnos y tengas que trasladarte a otro sitio para poder estudiar? Pues esto es lo que sucede hoy en día en muchos lugares de la provincia de Teruel.

Muchos de sus habitantes se manifestaron el pasado domingo en Zaragoza bajo el lema Salvemos Teruel para pedir al gobierno medidas que frenen la despoblación que sufre la provincia y evitar que sus pueblos se mueran. Lo hicieron convocados por Teruel Existe, una plataforma ciudadana creada en 1999 para denunciar el estado de abandono en el que se hallaba la provincia y reclamar soluciones.

Casi dos décadas después, «la situación no es muy diferente e incluso ha ido a peor en todos los ámbitos», asegura el coordinador de Teruel Existe, Miguel Ángel Fortea. Por ese motivo, los turolenses han vuelto a movilizarse para pedir a los poderes públicos que tomen nota de las promesas incumplidas, como ya hicieron el año pasado para reclamar la mejora de la línea ferroviaria entre Valencia y Zaragoza por Teruel, una de las reivindicaciones que han mantenido desde sus inicios.

Teruel Existe surge a finales de la década de los 90 a raíz de un trágico accidente que puso de manifiesto la carencia de medios sanitarios y de emergencia en la provincia de Teruel. «En aquel momento no había en la provincia ninguna UVI móvil ni ninguna ambulancia medicalizada, y era un tema importante, porque en caso de un accidente como el que había ocurrido, debido a estas carencias, no se había podido atender a las personas de la manera más adecuada», indica el coordinador.

Actualmente, la provincia cuenta con UVI móviles en Alcañiz y en Teruel, y varias comarcas tienen ambulancias medicalizadas, a las que se suma un helicóptero para la asistencia en casos de emergencia, lo que según Fortea ha supuesto «un gran avance» con respecto a lo que tenían antes.

Desde un principio, las reivindicaciones de la plataforma se centraron en los terrenos de la salud y de las infraestructuras, aunque con el tiempo se fueron sumando nuevos objetivos

En el campo de las infraestructuras, una de las principales demandas de estos años fue que el AVE entre Madrid y Valencia tuviera parada en Teruel, «que eran solo 27 kilómetros más y 5 minutos de desviación», dice Fortea, pero este nunca llegó. Y tampoco se ha llevado a cabo la conversión en autovía de la carretera nacional que une Zaragoza y Alcañiz.

Por el contrario, los vecinos de Teruel han visto mejoradas sus comunicaciones por carretera con la construcción de la A-23 entre Valencia y Zaragoza, la también conocida como Autovía Mudéjar.

El tren continúa siendo uno de los principales campos de batalla de la plataforma. «Aunque se pretendía que los trenes pudieran circular entre Zaragoza y Valencia a 200 kilómetros por hora, los que pasan hoy por Teruel lo hacen incluso más lento que antes y solo en el último mes se han registrado más de 400 incidencias», explica el coordinador.

En cuanto a otros logros de Teruel Existe, uno de los más destacados fue introducir a Teruel ciudad en el programa Urban 2, un proyecto que ha permitido embellecer su casco histórico. Además, se ha creado un fondo de inversiones del Estado en la provincia de Teruel, el FITE, con el que se financian distintos proyectos e infraestructuras en las localidades y comarcas.

En materia de educación, otro de los objetivos alcanzado ha sido el de potenciar la universidad en Teruel, creando más titulaciones y estudios en la provincia, algo que según Miguel Ángel Fortea se ha conseguido, «pero no todo lo que se quería».

El coordinador de Teruel Existe indica que, aunque se han producido «pequeños logros» que han mejorado la vida de los habitantes de la provincia, «todavía quedan muchas reivindicaciones por atender». La defensa de la minería del carbón es hoy uno de los temas que más preocupa, por los puestos de trabajo que dependen de ella. Para ello se ha creado el Plan Miner, que da ayudas para poner en marcha proyectos empresariales en las zonas mineras que se dedican a otras actividades, para generar alternativas.

Al borde de la desaparición

A medida que la sociedad ha avanzado en estos 19 años, Teruel Existe se ha adaptado a los nuevas exigencias de la población. Lo que ha llevado a la plataforma a movilizarse este pasado domingo ha sido el grave problema de despoblación que sufre la provincia.

«Ha sido algo progresivo, pero cada vez va a más. La situación en la que se encuentra más de la mitad del territorio de la provincia de Teruel es alarmante, muchos de los pueblos están al borde de la desaparición: la gente joven se va a otros lugares y la población envejece», dice Fortea.

A esto se añade el deterioro que ha sufrido la provincia en campos como el de la salud, debido a la falta de médicos especialistas y a hospitales que se han ido quedando obsoletos. Además, «hay determinadas asistencias que no se dan en la provincia, y los pacientes y sus familiares tienen que desplazarse hasta Zaragoza», cuenta el portavoz de Teruel Existe. Es el caso de la radioterapia para pacientes con cáncer.

La educación también sufre las consecuencias del abandono y de la fuga de habitantes. «Nos encontramos con que muchas escuelas están desapareciendo porque hay pocos niños, pero también por la precariedad de los maestros, la mayoría interinos que van y vienen, que no tienen arraigo con el medio ni con los propios alumnos».

También se han producido problemas en materia de seguridad, como demostró el triste suceso de Andorra del pasado mes de diciembre, donde murieron asesinados un ganadero y dos guardias civiles.

El coordinador de la plataforma reconoce que la solución al problema de la despoblación es muy «complicada», aunque «si no se hace nada, esto se va totalmente abajo».

Fortea cree que la provincia de Teruel tiene «potencialidades» que se pueden desarrollar para crear empleo y fijar población al territorio, «siempre que toda esa serie de servicios que necesita una persona, como la salud o la educación, los tenga a su alcance».

Sin estos servicios, «las personas optan por marcharse, y si no hay empleo, más todavía», resalta este profesor ya jubilado. Una posible solución al problema sería apostar por el patrimonio y la naturaleza de Teruel, que se encuentran «totalmente abandonados», y que pueden ser «un importante foco para atraer turismo y crear empleo» en la zona.

Con todo, Fortea lanza un mensaje de optimismo: «Si la gente se pone a pensar y los políticos se ponen a trabajar en serio, creo que gran parte de la provincia podría resurgir».