Los alumnos y alumnas de 4º de la ESO del colegio San Vicente de Paúl de Zaragoza, viajamos a Cantabria la semana del 19 al 23 de marzo como despedida de nuestro recorrido por el centro y viaje de fin de curso.

Todos estábamos muy ilusionados, teníamos por delante una semana en la que la convivencia, las actividades y los pueblos de Cantabria se iban a convertir en los protagonistas.

Antes de llegar al que iba a ser nuestro lugar de estancia durante este viaje, paramos en Bilbao para comer y hacer una visita por el centro de la ciudad.

Una vez en Suances, conocimos a nuestros monitores y nos quedamos muy tranquilos al ver que, quienes nos iban a acompañar esta semana, eran muy cercanos ya desde el primer contacto. Repartimos las habitaciones y comenzamos a instalarnos; siguieron los correspondientes juegos de presentación, la cena y la yincana nocturna.

Todas las actividades que nos esperaban a lo largo de la semana se vieron alteradas por el inestable tiempo del norte, aunque no nos impidió visitar tantos lugares que nos encantaron.

La mañana del martes, la dedicamos a Santillana del Mar y al Museo de las cuevas de Altamira; la del miércoles nos la tomamos con más calma y disfrutamos de la impactante Cueva del Soplao y su blanco paisaje debido a la nieve; por la tarde, nos llenamos de arena jugando en la playa de Suances.

El jueves ya era nuestro último día completo así que madrugamos más para visitar Santander, el palacio de la Magdalena y gastar la energía que nos quedaba por la tarde en las tirolinas. Esa noche, fuimos a un bar de Suances de fiesta a celebrar la despedida.

Por último, el viernes volvimos a madrugar y esta vez, maleta en mano, nos dirigimos al Parque Natural de Cabárceno antes de regresar a Zaragoza.

En nombre de mis compañeros, remarcar la increíble semana que todos disfrutamos, las risas y momentos que nos unieron más entre nosotros. Nos dio mucha pena volver a Zaragoza, pero llegamos con el equipaje lleno de sobaos y anécdotas que recordaremos siempre.

Este viaje no hubiera sido posible sin la buena disposición que todos tuvimos, de nuestros tutores Gloria y José Mari y de nuestros monitores Marina, Viti y Navarro.