SLASKOCIAG

AUTOR Nefario Monzón

LUGAR Galería Zaragoza Gráfica

FECHA Hasta el 28 de enero de 2012

En torno al paisaje industrial de la Alta Silesia, en Polonia, nace la suite Slaskociag, un ciclo de veintiuna xilografías de Nefario Monzón (Zaragoza, 1974), editadas en el taller Víctor Mira de la galería Zaragoza Gráfica. Dice bien Daniel Lewicki en su texto de presentación, cuando señala que a pesar de representar el espacio industrial de la Alta Silesia, el auténtico tema de la serie es la angustia y alucinación que emergen del interior de las composiciones, en cuya resolución plástica es notoria la influencia del cartelismo polaco de posguerra, que Nefario Monzón tan bien conoce por el entusiasmo que siempre ha suscitado en su ámbito familiar.

Lo que en Urbs! eran brazos de grúas que se hincaban directamente en los cuerpos desnudos de las criaturas-monstruos o en las cuencas vacías de sus ojos, escenificando un baile dislocado, desazonador y amenazante, en Slaskociag son estructuras mecánicas que se corresponden con las torres de los ejes extractores de las minas de carbón de la Alta Silesia, a las que Monzón dota de rasgos humanos, para subrayar la grotesca naturaleza de esos extraños artefactos, presas del mismo pánico escénico que las figuras de cabezas llameantes y cuerpos contaminados por la huella impresa del paisaje industrial, como si se tratara de una segunda piel. Están también aquellas xilografías que dirigen la mirada al interior de las estructuras, donde nada cambia: las mismas figuras grotescas de naturaleza más o menos humana unas veces, animal otras, que acaban siendo arrojadas al vacío sin contemplaciones. El grafismo radical de los perfiles que dibujan estructuras y formas se acompaña en algunos ejemplares de la serie xilográfica que, según apunta Lewicki, maldicen en un polaco de otro tiempo, casi descatalogado.

Slaskociag es una continuidad de Urbs! conceptual y formalmente. Ni siquiera los escenarios son tan distantes. Tanto da que se trate de un paisaje industrial o de un paisaje endeudado. No son sino excusas para contar pesadillas con un lenguaje expresionista y alucinado de tan broncos como nítidos contrastes de colores rojos y azules delimitados por gruesos contornos negros sobre espacios blancos. Sigue activa la influencia de Víctor Mira, en cuyo recuerdo Nefario Monzón parece encontrar cobijo. E inspiración en el Aullido de Allen Ginsberg.