La exposición Spectrum Sotos (1977-2017), 40 años Enseñando a mirar es «un homenaje a la escuela de fotografía a través de los profesores». En estos años, ha sido un referente en este tipo de enseñanza en todo el país. La intención, tanto cuando comenzó como hoy, es la de «enseñar la técnica, pero también el lenguaje fotográfico; educar la mirada y en eso nos hemos singularizado». Así lo explicó ayer Julio Álvarez Sotos, álma mater de la galería y de la escuela Spectrum Sotos, que ahora cumple 40 años con una muestra en el Centro de Historias hasta el 20 de agosto, que incluye alrededor de medio centenar de fotografías de doce profesores que hoy todavía siguen en activo.

Álvarez ha seguido en estos años un criterio «nada científico» para la elección de los profesores. «Hablaba con ellos y ya sabía si podría ser un gran enseñante, porque un fotógrafo podía no ser un buen docente o viceversa», reconoció. En cuanto a los que se muestran en la exposición, «grandes fotógrafos aragoneses que están en activo», muchos de ellos alumnos y profesores; y luego cada uno ha elegido las fotos que quería mostrar, por lo que no hay ningún discurso artístico. Esta diversidad hace que la muestra Enseñando a mirar sea también «una panorámica de la fotografía española».

LOS PROFESORES / Ahí están Paulina Aleshikina, Rogelio Allepuz, Pedro Avellaned (reciente premio Aragón Goya y hospitalizado en la actualidad), Gonzalo Bullón (el primer profesor de la Escuela), Enrique Carbó, Cecilia Casas, Alejandra Franch, Ferran Mallol, Rosane Marinho, Rudolf Moosbrugger Mooses (fallecido en 2015, para quien Álvarez tuvo un recuerdo especial, igual que para Avellaned), Juan Moro y Antonio Uriel. Cada uno aporta su particular mirada. Mallol ha elegido imágenes de boxeo; Aleshkina, manos ajadas por el trabajo; Rosane Marinho, imágenes cotidianas de una casa; y Allepuz, «un referente del fotoperiodismo», que desarrolló la mayor parte de su carrera en EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, fotografías rurales.

Álvarez destacó la capacidad de los profesores de adaptarse a los nuevos tiempos, ya que después de «20 años positivando, revelando… y cuando ya no había secretos, llegó el digital y hubo que ponerse las pilas, nunca mejor dicho y reciclarse», dijo.

Por eso, la exposición, además de las fotografías, incluye un laboratorio digital, una muestra de cámaras analógicas y digitales, dos vídeos, uno de los profesores hablando de su paso por Spectrum y otro sobre los mejores alumnos de los últimos 8 años. Uno de los atractivos de la muestra es una cámara estenopeica «gigantesca, la más grande que se ha hecho en Aragón en interior» y quizá también de España, según dijo Álvarez.

DAR LAS «GRACIAS» / Además del director de la galería y Escuela Spectrum Sotos, a la presentación asistieron Saúl Esclarín, director general de Cultura del consistorio, que reconoció que esta exposición es la forma de decir «gracias» a las personas que han hecho posible» que 40 años después, Spectrum siga siendo una escuela de fotografía; además de poner en valor una labor ya que hace 40 años «estábamos acostumbrados a ver fotos de viajes pero no a colgar una fotografía o a ponerle un precio»; y dos de los artistas/profesores, Antonio Uriel y Gonzalo Bullón.

El primero expone cuatro fotografías pertenecientes a la última serie que se pudo ver en Spectrum pero nunca expuestas; cuatro imágenes de «aspecto documental» en las que Uriel «parte de cosas para ver otra realidad»: ahí están los reflejos, las ventanas, las cortinas que se mueven por el viento… El segundo, un proyecto «que se quedó en el comienzo, inacabado», muy personal, ya que son autorretratos, que abordan la ayuda, la compenetración, la enfermedad… de su otro yo.

Gonzalo Bullón, primer profesor de la escuela de fotografía, destacó de los inicios, el «entusiasmo» de profesores y alumnos, algo en lo que también hizo hincapié Julio Álvarez, la «ilusión» porque en esos momentos «no había cursos presenciales, solo por correspondencia». En estos 40 años han pasado por la escuela casi 40 profesores y más de 6.000 alumnos, además de otros 3.000 en los talleres de verano. Ádemás, Julio Álvarez, destacó la importancia de la galería, la más antigua de España «y también la más importante», señaló, para después añadir que la «financiación no viene por la venta de la galería si no por los beneficios que da la escuela».