Los aires y las notas de la música de Mozart volverán a sonar esta tarde a las 20.15 horas en el Auditorio de Zaragoza de la mano de la orquesta Al Ayre Español. Y este es el enclave perfecto, puesto que en palabras de su director, Eduardo López Banzo, "es uno de los mejores de España". La orquesta vuelve a Zaragoza para estrenar dos sinfonías de Wolfang Amadeus Mozart, a saber, la número 40 en sol menor y la número 41 en do mayor, esta última más conocida como la de Júpiter. Como explica López Banzo, este estreno "forma parte del plan de hacer un repaso al sinfonismo clásico". Al Ayre Español se caracteriza, desde su nacimiento en 1988, por ser un conjunto que aborda la música de la orquesta barroca y en esta ocasión de la orquesta clásico romántica.

SENTIMIENTOS DESGARRADOS "La sinfonía 40 de Mozart es una obra desgarradora", ilustra Eduardo López Banzo. Y esto tiene su origen en la historia que hay detrás de las notas de su partitura, pues en ese momento el genio Mozart había perdido a un familiar muy querido, según cuenta. Además, está interpretada en sol menor, lo que "se trata de una paleta de colores angustiosos". La obra en cuestión ha sido definida como "el mejor tónico posible para el espíritu desanimado".

No se queda atrás su compañera de estreno, la sinfonía número 41 del maestro austriaco, más conocida como la de Júpiter, de la que se dice que es la "superación de la melancolía y la rebeldía". Para el director de Al Ayre Español, en esta obra, "Mozart sale con toda su luminosidad". Y además, esta sinfonía tiene todos los tintes propios de la ópera, porque, según López Banzo "la sinfonía gira en torno al mundo de la ópera". La fuga que se interpreta al final de esta pieza "es el leitmotiv de la obra".

Al Ayre Español es uno de los conjuntos instrumentales más destacados de nuestro país, pues sus representaciones les han llevado a algunos de los escenarios más prestigiosos del mundo, entre ellos la Konzerthaus de Viena, el Thèatre des Champs Elysées, el Auditorio Nacional de Madrid y el Teatro Olímpico de Roma.

No obstante, por muchos periplos que hayan tenido durante sus 24 años de existencia siempre es una alegría volver a Zaragoza, lugar de origen de Eduardo López Banzo. "Es siempre un placer actuar en mi casa, ojalá tocara más en Zaragoza". Y sentencia: "Me gusta que la ciudad comparta conmigo esta experiencia".

Estos años han sido muy positivos para la orquesta pues hacen un buen balance de su trayectoria, porque no están nada oxidados. Así lo explica López Banzo: "Este concierto demuestra que la orquesta está más en plena forma que nunca", y desvela la clave para entender el por qué "Al Ayre Español saca el jugo en sus interpretaciones por la capacidad que tienen sus músicos para emocionarse".

Y tras este estreno en el Auditorio de Zaragoza esta noche, les queda por hacer un viaje a Madrid para participar en la temporada de Ibermúsica. Por lo pronto, los espectadores zaragozanos podrán impregnarse de los sentimientos desgarrados de la música de Mozart y de la sinfonía número 41, la de "la luminosidad".