El importante complejo termal de Aquae Bilbilitanorum, pudo estar según los arqueólogos bajo el casco urbano de la Calatayud actual, y no en Alhama de Aragón como se había propuesto tradicionalmente por los investigadores. Esta importante novedad histórica y arqueológica ha sido presentada por Francisco Javier Ruiz Ruiz, José Luis Cebolla Berlanga y José Ignacio Royo Guillén en el Congreso internacional de Termas públicas de Hispania celebrado recientemente en Murcia y Cartagena entre el 19-21 de abril.

Este complejo termal era muy importante por sus características y dimensiones y estaba localizado cerca de la Plaza Ballesteros. Fue tapado para «su conservación», según defendió en su momento el Gobierno de Aragón, y así sigue inaccesible actualmente debajo de edificios modernos, en vez de haberse dejado visitables los bajos al público. Esta decisión fue discutida en Calatayud por los amantes de la historia y el patrimonio. Se consintió lo que nunca se debió consentir, y así Calatayud perdió un espacio histórico, cultural y arqueológico fundamental para la historia de la ciudad. Aún queda un poso amargo en el recuerdo y más ahora, al descubrirse la importancia real de aquellas termas, que fueron una parte importante y desconocida de la historia de la antigua Bilbilis y de la Calatayud actual.

La actividad arqueológica realizada en el casco antiguo de Calatayud ha permitido, señalan los autores del estudio, «descubrir y estudiar restos muebles e inmuebles de época romana imperial en casi una veintena de solares excavados entre los años 1995 y 2011». En ellos los arqueólogos podido documentar la existencia de «un asentamiento al menos desde mediados del siglo I d. C., que con el paso del tiempo alcanzará una evidente naturaleza urbana, coincidiendo su progresivo desarrollo como contrapunto al paulatino abandono del Municipium Augusta Bilbilis». Este complejo urbano ,señalan los autores, «ocuparía unas 5.5 hectáreas del ángulo suroeste del casco histórico de Calatayud» localizado en la vega del río Jalón y entre dos antiguos barrancos que desembocan en el mismo río.

La excavación

Este espacio urbano crecerá con el tiempo «en torno a un gran balneario de carácter público (balnea) y cuyo origen en el tiempo debe situarse entre la segunda mitad del siglo I e inicios del II d. C». Estas termas fueron descubiertas en dos solares excavados entre los años 2007-2011 junto a la histórica plaza de Ballesteros. Se encontraron , para sorpresa de los arqueólogos, «un gran conjunto de baños públicos formado por dos edificios, de cerca de 300 m2 cada uno, separados por una zona abierta a modo de patio y que albergaron dos circuitos compuestos por una serie de espacios perfectamente identificados con el frigidarium, tepidarium, caldarium, sudatio, natatio y praefurnium, además de un importante sistema de canales y cloacas para el abastecimiento y la evacuación de agua proveniente de un acuífero de la zona». La planta completa del conjunto termal superaría los 3.000 m2, a juzgar por los restos localizadas bajo edificios y viales contiguos a las zonas excavadas

El balneario, con diferentes reformas, subsistirá hasta su destrucción violenta por incendio hacia mediados del siglo V d. C., según muestran los sondeos realizados, «pero sobre sus ruinas se edificará un nuevo edificio termal en la segunda mitad del siglo V d. C. o inicios del VI d. C.»

Este importante descubrimiento arqueológico bajo la actual Calatayud plantea un importante problema historiográfico como señalan los autores de la investigación sobre «la ubicación real de Aquae Bilbilitanorum en la vía de Caesar Augusta a Emerita Augusta, cuyo trazado remontaba el valle del Jalón, y que tradicionalmente se ha emplazado en Alhama de Aragón, en base al Itinerario de Antonino». Este excepcional descubrimiento permite proponer a Francisco Javier Ruiz, José Luis Cebolla y José Ignacio Royo, «a la vista de los datos actuales, la identificación de Aquae Bilbilitanorum bajo el casco urbano de la ciudad de Calatayud».