Alpha Blondy, místico y guerrero del reggae, la estrella más refulgente de la síncopa jamaicana desde la muerte de Marley, el artista que ha dotado de negritud al estilo (justo lo que siempre habían reivindicado los rastafaris), volvió el sábado a Pirineos Sur por quinta vez para reafirmar su trono, triunfar sin paliativos y festejar, aunque fuera metafóricamente, el 25 aniversario del festival. Blondy y sus vibrantes conciertos son parte de la mejor historia de Pirineos Sur.

Y con un cargamento de historia musical llegó precisamente al escenario flotante de Pirineos Sur, pues en su repertorio, además de piezas de Positive Energy, su disco más reciente (Rainbow In The Sky, No Brain No Headache, Maclacla Mocloclo, Ingraditude...) incluyó canciones que, al igual que el famoso monstruo está incrustado en la mitología del lago Ness, están incrustadas en la memoria acuosa del embalse de Lanuza (Jerusalem, Multipardism, Crime Spirituel, Cocody Rock, Politiki, Sweet Fanta Diallo, Pace In Liberia, Brigadier Sabari...)

Hoy Alpha Blondy peina canas y su movilidad no es (cuando menos no lo fue el sábado) la de antaño, aquella con la que recorría sin tregua el escenario, pero su voz y su mensaje siguen intactos. Sus llamadas a la convivencia resonaron con la convicción de siempre, al igual que su perorata (él que es un hombre creyente) sobre que ninguna de las tres religiones de libro justifica el asesinato y el terrorismo, y sus interpretaciones vocales siguen atrapando como la magia de un traficante de emociones. Alpha, con o sin canas, saltarín o no, continúa en lo más alto del trono del reggae: por el embrujo de su voz y por la conjunción de músicas diferentes en sus canciones. Ni que decir tiene que Solar System, su banda, sonó como ya nos tiene acostumbrados: como un cañón. Tras un intento de despedida, Alpha regresó para abordar Sebe Allah, una pieza de su álbum de 1987 Apartheid Is Nazism; su notable versión de Wish You Were Here, de Pink Floyd, y el mencionado Brigadier Sabary.

El sound system de Mad Professor, ese pionero y veterano del dub abrió la noche, acompañado por su fiel cantante Aisha. Uno tiene la sensación de Lanuza es mucho recinto para esa propuesta, que tuvo momentos esplendorosos y otros no tanto, y que también ofreció remezclas atractivas. Sinceramente, la cosa quedó algo desangelada. Sobre todo cuando a continuación venía Alpha Blondy con otro system mucho más poderoso: nada menos que el solar.