La Feria Internacional de Cerámica Contemporánea de Zaragoza, Cerco, cerró ayer sus puertas con un 25% más de participantes que el año pasado. A falta de cerrar las cifras definitivas, el presidente de los Artesanos de Aragón, Alberto Carasol, cifró en alrededor de 10.000 personas las que han visitado la feria a lo largo de sus cuatro días.

"El recinto ha estado constantemente lleno. Estamos muy contentos porque es el año que más gente ha venido y eso es gracias al cambio de ubicación", explicó Carasol. Este año, en su décima edición, la muestra volvía al lugar de donde nació, al Centro de Artesanía de Aragón, "el sitio más céntrico en el que hemos estado y eso se ha notado en la afluencia", dijo Carasol antes de señalar que los expositores también estaban exultantes: "Hay que tener en cuenta que el 60% son de fuera y nos han felicitado porque al estar más céntricos, tenían más facilidad para acceder al resto de exposiciones".

Tan bien han ido las cosas que ya se está pensando en el año que viene: "Tenemos que encontrar una fórmula lo más digna posible para traer más expositores ya que en este recinto hay un aforo limitado. Probablemente, la solución pase por aprovechar también la plaza del antiguo Matadero. Para ello habría que idear una fórmula de cubrimiento no fija. Ya estamos trabajando en ello".