Arriesgado, transgresor y con mucho futuro por delante. Así definieron ayer Berta Fernández, responsable de Cultura de la DPH; Luis Lles, director artístico del festival; y Begoña Puértolas, directora ejecutiva, la edición número 25 del Festival Pirineos Sur que llega a su fin mañana. "Pirineos Sur ha cumplido sus bodas de plata demostrando que le queda por delante mucha vida", aseguró Berta Fernández y mostró la satisfacción de la Diputación Provincial de Huesca, que organiza la cita desde su origen, "por haber alcanzado en esta 25ª edición la cota media de los 50.000 espectadores, lo que demuestra que en este cuarto de siglo se ha consolidado como festival y se ha convertido en un referente en el panorama cultural nacional e internacional". La responsable de Cultura recordó que "por cada euro de inversión, retornan 10 al territorio". El director Luis Lles destacó lo bien que ha funcionado la programación de este Pirineos Sur, "en el que hemos mantenido el espíritu y la idea inicial del festival, de ser una ventana abierta al mundo de las músicas de raíz, pero buscando una renovación, para que se incorpore el público más joven". Lles señaló la buena aceptación que han tenido las novedades, como las Sesiones Vermú o el Color Café. "El público ha entendido y respondido muy bien a ambas propuestas, que creo que son un buen camino de futuro". Y apostó por continuar avanzando hacia una línea "más arriesgada y novedosa".