El escritor madrileño Andrés Barba es el ganador del el XXXV Premio Herralde de novela con una obra conradiana, República luminosa, sobre una sociedad dominada por unos niños salvajes, mientras que La extinción de las especies, del argentino Diego Vecchio, ha quedado finalista.

República luminosa parte de la aparición de 32 niños violentos de procedencia desconocida que trastocan la vida de San Cristóbal, una pequeña ciudad tropical encajonada entre la selva y un río.

La novela nace de dos lugares: «por un lado, una traducción monumental que hice junto a mi mujer de los relatos completos de Joseph Conrad, con quien comparto una ciudad tropical, junto a un gran río y una selva enorme; y además, el documental polaco Los niños de Leningradsky, que narra la historia de unos niños que viven en la estación de tren Leningradsky», según explicó el autor.

Barba se siente atraído por «esa frontera difusa de Conrad que desdibuja los límites entre la civilización y la barbarie» y en el documental se interesa por cómo es una república infantil, compuesta por «niños que son la negación de la infancia, aunque sigan comportándose como niños». El ganador piensa que su novela -escrita en tono de crónica- es «estrictamente realista», aunque no le desagrada que se mueva en «cierta indefinición, como sucede también en Conrad».