Ecozine ha convertido a Zaragoza en la capital del cine más comprometido con el planeta. Pero este festival es más que proyecciones, ya que además de la vertiente cultural, el certamen sirve para «reflexionar sobre le medio ambiente y los modelos urbanos y para provocar cambios en los modelos de vida», apostando por el cambio social, la sostenibilidad arquitectónica, la movilidad, etc. Así lo corroboraron ayer en la presentación en Zaragoza Pedro Piñeiro, director de Ecozine; y Fernando Rivarés, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza.

El festival -cuenta con un presupuesto de 48.000 euros en «cash» pero 100.000 si se suman las infraestructuras y el coste de personal- cumple 10 años y lo hace con récord de participación, ya que se recibieron 2.565 trabajos de 110 países (EEUU, India e Irán fueron los más numerosos) de los que se han seleccionado 111 títulos de 40 países, que hablan de migraciones, cambio climático, movilidad o modelos urbanos. De ellos, 69 (18 largometrajes y 51 cortos) optarán por los premios a mejor largometraje nacional, largometraje internacional, corto documental, animación y ficción. En esta lista se han colado dos aragoneses (hay más en las diferentes secciones no competitivas), Desde la orilla, de Jorge Yetano, que actualmente vive en Dubai; y el oscense Ricardo Marquina, que firma la producción rusa Memorias desde Chernobyl.

Ecozine apuesta también por la descentralización y de hecho las proyecciones (del 3 al 21 de mayo) se amplían a 15 escenarios, 13 en Zaragoza y dos en Andorra (Teruel). En la capital aragonesa, además de los ya habituales (Fnac, Centro de Historias, Filmoteca, Centro de Documentación del Agua, Ciclería, C. C. Amozara, Centro de Urbanismo Sostenible), se estrenan La Cartuja Baja (Centro Cívico y el Refectorio), Centro Cívico Torrero, Centro Cívico Delicias, Casa del Barrio de la Asociación de Vecinos Parque Goya y el Teatro Principal, que acogerá el 18 de mayo la gala de clausura y entrega de premios.

Las secciones del festival son las mismas que en anteriores ediciones: Première, Cine y Agua, En Familia, Otras perspectivas, Retrospectiva, Eco ZIB (relacionada con la cultura ciclista, que es novedad este año), CooperART, La butaca verde (destinada a los más pequeños), Enfocados, que tratará sobre «refugiados y migraciones», con asociaciones que traban este tema; y Jóvenes. Y es que este festival intenta «concienciar» a los menores y, de hecho, los cortos de ficción se proyectarán ante 1.700 alumnos de 22 centros escolares, que podrán elegir al mejor corto. Además, según destacó Piñeyro, en ese objetivo de atraer a los jóvenes, desde el festival junto con Medio Ambiente y Movilidad y Educadores Ambientales, se lanzará próximamente un «concurso para edades comprendidas entre 18 y 30 años, que podrán participar con cortos de 2 a 7 minutos sobre infraestructuras verdes».

PREMIO / El premio Ecozine de esta décima edición (en la pasada fue para la activista asesinada Berta Cáceres) será para la Red Agua Pública, un espacio que aglutina a diferentes movimientos sociales, instituciones y personas que promueven una visión del agua como bien común y servicio público, «por su enorme labor para denunciar determinadas situaciones en el país». Todavía se desconoce quién recogerá el premio en la gala de clausura.

Además, Javier Espada, embajador del festival en el 2016, cederá el testigo a Pere Portabella, director, guionista y productor de cine catalán, que el próximo 4 de mayo estrenará durante la inauguración en el Centro de Historias, el documental In de same boat, producido por él, y dirigido por Rudy Gnutti.

En cuanto a actividades paralelas habrá exposiciones de Norberto Fuentes y de Esther Charles, magia con Óscar de la Torre y su Agua mágica en Torrero; y un espectáculo de improvisación en el Pablo Gargallo a cargo de Nacho Arantegui.