Lo que comenzó como una forma de terapia tras la muerte de su padre se ha convertido, más de 10 años después, en una exposición en la que el artista catalán Santiago Pujadas plasma sus sentimientos y sus recuerdos en 29 figuras, en esa misma arcilla polimérica que le regaló un amigo para consolarle.

Este artista de origen catalán, mecánico industrial de profesión, usa sus esculturas para plasmar su mundo interior y crear trabajos "íntimos y personales" que la Obra Social Ibercaja recoge en una exposición titulada "Sentimientos Modelados", que se inaugura hoy en Zaragoza, en el centro de la entidad en el barrio del Actur.

Santiago Pujadas ha explicado a EFE que las figuras en arcilla polimérica son su "hobby-terapia", una afición que tuvo que dejar aparcada temporalmente tras mudarse a Huesca por amor y tener que enfrentarse a un complicado mundo laboral.

Su retorno al mundo de sus figuras se produjo años después, cuando su hija pequeña descubrió algunas piezas en el trastero y él decidió volver a trabajar con esta arcilla y crear una serie de piezas como agradecimiento a la ciudad oscense, en la que había residido durante 8 años.

"Como no podía montar una gran fiesta decidí crear nuevas figuras para enseñárselas a la ciudad", ha concretado.

El artista ha explicado que su proceso artístico comienza en cualquier parte, ya que "mediante los sentimientos surge una idea", que plasma en un boceto simple si no tiene el tiempo suficiente para ponerse a modelar.

La disparidad de las figuras y de los momentos que representan es fruto de este proceso y de esa plasmación de sentimientos e ideas que desembocan en piezas muy diferentes.

En "Sentimientos modelados", Santiago Pujadas muestra sus trabajos "llenos de realidad y fantasía, a través de diferentes escenas y personajes" que transmitirán sus sentimientos al espectador.

Las escenas de la muestra son muy variadas y contagian el optimismo del autor mediante una obra que es el fruto de una evolución personal y que se basa en la expresividad.

El artista ha recordado que no viene del mundo de arte y que esa es quizá una característica más de su obra en la que el rasgo común es su gusto por la creación y la transmisión.

Estos sentimientos en la arcilla que le regalaron por primera vez como una vía de escape para su tristeza estarán a disposición del público hasta el 12 de marzo en una exposición que el propio artista anima a visitar.