Sobre la importancia de conocer el pasado y la fundación de colonias como Tarraco o Caesaraugusta habló ayer Joaquín Ruiz de Arbulo (profesor de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona) en la conferencia inaugural del ciclo Porta Romana con el que se inauguraron ayer los fastos de celebración del bimilenario de la muerte de Augusto.

"La de hace dos mil años sí que era una Europa auténtica --comenzó su alocución Ruiz de Arbulo-- unida en tono al Mediterráneo en cuanto una lógica imperialista y no de interés. Una Europa que tenía una facilidad de transporte tanto por tierra (la red viaria actual está basada en la romana) y por mar, lo que permitió una economía-mundo. Es decir, que se podía conseguir objetos de casi cualquier parte del mundo donde vivías".

DELIMITAR EL TERRENO Es, en ese Imperio romano que surge tras 500 años de república, donde se encuadra Caesaraugusta. "¿Qué era necesario para fundar una colonia? Una ley específica, delimitar el terreno para ver cuántos colonos podían trasladarse, que se inscribieran como colonos, que se fundase la ciudad y, como paso final, definirla". Esto se producía por la necesidad "de desmovilizar los hombres de las legiones ya que, no olvidemos, Roma salía de tres siglos de guerras de expansión y un siglo de guerra civil", recordó Ruiz de Arbulo que señaló que Caesaraugusta acogió combatientes de las legiones cuarta, sexta y décima.

El profesor también aseguró que "en las ciudades romanas no vivían romanos". Algo que parece contradictorio pero que tiene una explicación: "Vivían en el campo, que no se entendía sin la ciudad ya que acudían a ella todos los días porque era donde estaba el mercado, donde se resolvían los pleitos judiciales, y donde estaban los edificios públicos", dijo el conferenciante que, con el mismo argumentó, aclaró: "Augusto urbaniza la Península Ibérica y cambia el modelo existente hasta entonces".