El hallazgo de restos del avión del piloto y escritor francés Antoine de Saint-Exupéry desvela, en parte, el misterio sobre la desaparición, hace 60 años, del autor de El Principito , cuando tenía 44 años de edad. La noticia ha sacado de nuevo a la luz diversas teorías sobre la personalidad del escritor, como la defendida por Bernard Mark, historiador de la aviación, según la cual Saint-Exupéry murió como consecuencia de sus "ideas suicidas".

El descubrimiento frente a las costas de Marsella confirma que el autor se estrelló en el mar, el 31 de julio de 1944, cuando a bordo de un Lightning 38 realizaba una misión de reconocimiento para preparar el desembarco aliado en Provenza. Parte del fuselaje del avión fue detectada por un submarinista profesional, Luc Vanrell, en mayo de 2000, aunque los expertos debieron esperar hasta octubre de 2003 para obtener el permiso para extraer los restos y su posterior análisis, cuyos resultados se han hecho públicos ahora.

Una pieza del P38 que salió a flote el pasado otoño en la isla de Riou, en el sector donde un pescador había encontrado en 1998 una pulsera con el nombre del aviador, ha sido identificada como perteneciente al aparato del escritor.

Mark declaró ayer que Saint-Exupéry estaba enfermo cuando efectuó el último vuelo, para el que utilizó un avión que los americanos sólo dejaban a pilotos experimentados, jóvenes y que se hubieran acostado el día anterior a las ocho de la tarde. El escritor no reunía ninguna de esas exigencias, ni siquiera la última porque, según el historiador, pasó toda la noche de juerga. Aún no se sabe por qué el Lightning 38 cayó al mar, pero a la temeridad del aviador hay que sumar las condiciones meteorológicas, un día muy claro que impidió que el aparato pasara desapercibido para los alemanes.