El grupo zaragozano a capella b vocal se presentó la noche del domingo en el Teatro Nacional de Pekín con su espectáculo de música y humor al que se rindió el público local. En el concierto acústico el quinteto interpretó canciones españolas y latinas así como éxitos del pop en inglés y una popular melodía china, Xiao Pingguo (Manzanita), que arrancó risas y aplausos.

«Es uno de los templos de la música en China, destacó Augusto González, componente del grupo y voz cantante de muchos de los temas, mientras sus compañeros se ocupaban de imitar violines, percusión, guitarras, bajo o lo que se terciara, aunque todos tuvieron ocasión de actuar como solistas a lo largo del recital.

Se trata de la undécima actuación en China de b vocal (así, en minúsculas, insiste el quinteto), que desde su estreno en este país en 2008 suele viajar una o dos veces a Asia. De hecho, esta gira finalizará el 14 de agosto con actuaciones en Wuhan, Chonqing, Weifang y Yantai.

«Nuestra relación con China se prolonga mucho en el tiempo, trabajamos para que el público chino se lo pase muy bien trayendo un poquito de España para que sepan lo maravilloso que es nuestro país», señaló Alberto Marco, la más aguda de las voces del quinteto.

Fue él quien se atrevió a emular a Adele en la versión que el grupo hace de Someone like you, una muestra de que los zaragozanos llevan el canto a capella clásico a la modernidad, como también se puede ver con sus tributos a Uptown Funk, de Mark Ronson y Bruno Mars, o al Hallelujah de Leonard Cohen. La parte en español del repertorio incluye flamenco, música latina y un pequeño guiño escondido hacia el público oriental, ya que en la habanera La paloma, entonan el popular verso «vente conmigo, chinita, a donde vivo yo».

«El germen del grupo nació como una forma de hacer repertorios más divertidos, más desenfadados», contó Fermín Polo al explicar la historia de b vocal, grupo con ya 22 años nacido cuando sus miembros, todos del mundo de la música y algunos de ellos directores de coro, decidieron probar algo diferente.

Esa diferencia es el toque de humor que dan en sus espectáculos, y que traspasa las fronteras idiomáticas, como se pudo ver en Pekín, donde el público, entre ellos muchos niños, estalló en risas durante muchos momentos del concierto.