El bailarín y coreógrafo zaragozano Miguel Ángel Berna presentó ayer el nuevo espectáculo de su compañía titulado La Jota y la Taranta, que se representará como antesala de las próximas Fiestas del Pilar, el 2, 3 y 4 de octubre, a las 21 horas, en la Sala Mozart del Auditorio de la capital aragonesa. Las entradas para este espectáculo, que oscilan entre los 20 y los 28 euros, ya están a la venta.

Siguiendo la estela de su anterior producción, Mediterráneo, y "buscando la fuerza" en la danza de al menos ocho parejas españolas e italianas sobre el escenario, entre las que se encuentra la esposa del artista, Manuela Adamo, Miguel Ángel Berna pretende "recuperar la memoria histórica, indagar en la historia de la Corona de Aragón y profundizar en las relaciones entre Italia y España a partir de 1600" a través de la jota y la tarantela, baile popular del sur de Italia de origen napolitano.

De esta manera, La Jota y la Taranta "transporta" a los espectadores a otro tiempo e incide en "el cortejo de la pareja" materializado en la danza a dúo tradicional de ambos territorios. Berna reflexiona sobre "cómo se tenían que comunicar y cómo era su vida cotidiana de pobreza" de las personas de aquel tiempo a través del movimiento del cuerpo. Para ello, éste ha realizado un "proceso de investigación para ponernos en la piel de esas personas".

El coreógrafo y bailarín aragonés justificó esta vuelta a las raíces y a la tradición explicando que "hemos convertido la jota en algo de distancia y quería recuperar ese espacio". Del mismo modo, señaló su deseo de "acercamiento con el pueblo" y de que "podamos disfrutar de nuestras tradiciones vivas".

La música del espectáculo, señaló Miguel Ángel Berna, "parte de la tradición", que matizó que es diferente al "folclore", a la que añade "arreglos contemporáneos para acercarla al siglo XXI".

PROYECTOS DIDÁCTICOS

En paralelo a este espectáculo de danza, Miguel Ángel Berna realizará en la World Music Academy, con sede en Italia, un proyecto de cooperación internacional a través de unos cursos. "Lo que nos interesa es que la gente conozca el trasfondo de primera mano de nuestro baile" además de su "utilidad en la sociedad", explicó Berna, quien expresó su deseo de que en un futuro exista una sede de esta academia en Zaragoza.

En esta misma línea de labor divulgativa, el bailarín zaragozano recordó que recientemente, con el objetivo de transmitir la tradición de la danza, participó en el Festival Internacional de Granada, en el que enseñó una coreografía de 30 minutos a alumnos del último año de conservatorio de la ciudad. "Lo que he sembrado en Granada para mí ha sido muy importante porque todo los códigos que les he enseñado y en los que he trabajado eran un mundo nuevo para ellos", explicó Berna, que añadió la dificultad para asimilar estos conceptos por "la falta de vivencia de las raíces".

Además de ello, Miguel Ángel Berna anunció que está inmerso en un proyecto cinematográfico "muy importante", del que no quiso desvelar más detalles, solo que el rodaje está previsto que comience a finales de este año y para el que se han realizado recientemente pruebas y audiciones a 70 artistas.

También, a partir de agosto, Miguel Ángel Berna empezará a trabajar en un nuevo proyecto con el que recorrerá los centros cívicos zaragozanos, con el fin "de acercarse a los barrios", expresó ayer el artista.

Con tantos frentes abiertos, Berna, de 46 años, reconoció que se encuentra muy bien y expresó que aunque el "trabajo es agotador", se siente "muy contento" porque sus proyectos estén alcanzando una "proyección internacional". Del mismo modo, el zaragozano subrayó la importancia de su vocación didáctica y de acercamiento divulgativo actual.