Asombrado y muy agradecido. Así se mostró el aragonés Carlos Val, que -junto al alemán Jonas Grosch- fue el gran triunfador de la gala de los Premios Simón, ya que su película, Bestfriends, se llevó tres galardones, de los cuatro a lo que estaba nominado. La cinta, que habla de forma clara y directa del cambio existencial y dela crisis de los 30, logró además los más importantes, el de mejor largometraje, mejor dirección y mejor guion, en ambos casos firmados entre Val y Grosch (que no pudo asistir porque va a ser padre). Val dedicó las estatuillas, además de a su familia, a aquella camioneta que cuando él era crío «iba a San Mateo de Gállego, donde yo pasaba horas hasta que elegía una cinta en VHS que luego vería en casa con mis padres»

El premio a mejor cortometraje fue para El morico, de Jorge Aparicio, que optaba a siete galardones. El zaragozano recordó a aquellos que le introdujeron en el cine, como la Escuela Un Perro andaluz y el CPA, y anunció que «seguirá trabajando con la misma humildad».

Nuestros amantes, de Miguel Ángel Lamata -director, el actor Eduardo Noriega y los productores Vanessa Monfort y Raúl García Medrano asistieron a la noche del cine aragonés- se fue de vacío y eso que contaba con seis candidaturas.

Iris de Campo presentó la gala en la sala Mozart del Auditorio (que casi se llenó para la ocasión), que comenzó con media hora de retraso y que fue cogiendo ritmo a medida que se entregaban los premios. En ella se invitó al público a un viaje al interior del espectáculo y de la historia del cine con homenajes a Frank Sinatra, Marilyn Monroe (incluso cantó una canción) y por supuesto Buñuel, de cuya obra Simón del desierto reciben nombre los premios.

REPRESENTACIÓN FEMENINA / Galardones que fueron también para Laura Contreras, que recibió casi entre lágrimas el Simón a mejor interpretación por Luz de Soledad. El mejor documental fue para La ciudad de las mujeres, de Vicky Calavia, que se llevó también el de mejor producción (para Camino Ivars). El de mejor fotografía fue para Francisco Fernández-Pardo, por Rewind; el de categoría especial, a Ara Malikian por la banda sonora de Le chat doré; y el de mejor videoclip, para Luces de neón (Playa Cuberris), de Jacob Santana, que recogió de manos de Amaral.

El único que ya se conocía fue el de la actriz María José Moreno, que recibió entre aplausos su Simón de Honor de manos de su compañero de profesión Gabriel Latorre.

La banda sonora de la gala, que tuvo a Montxo Armendáriz, Enrique Villén o Álvaro de Luna como invitados de lujo, corrió a cargo de la Feeling Big Band, que interpetó temas de jazz y swing y que fueron aderezados por las voces de David Sancho, Lola Moreno, Ignacio Prieto, y el baile de Zaraswing.

La noche tuvo también momentos para la reivindicación. De los premiados, que recordaron a los que están en huelga (los actores de doblaje y los trabajadores del TSA que hizo que se celebrara una hora y media más tarde para emitirse por televisión). Y del presidente de la Academia de Cine aragonés, que pidió «más dinerico» para el sector del cine aragonés.

Pero el futuro está asegurado. Ya que en el próximo año se estrenarán El caso montes, Pequeño Gran legado, Goya siglo XXI, Vergüenza, El sueño de Ezequiel, Quizás un día, Robarte una noche, etc..., películas que estarán algunas nominadas en la próxima gala de los Premios Simón; y alguno de sus directores, también premiados.