Desde ayer a las cinco de la tarde, cuando a los miembros de la Academia de Hollywood se les agotó el plazo para emitir sus votos, la suerte de los Oscar está echada. En las oficinas de Price Waterhouse se cuentan ya las papeletas que esconden los ganadores de la 78ª edición, que se darán a conocer el domingo en la ceremonia que presentará Jon Stewart. Pero antes de que se repartan las estatuillas hay ya un título que ha logrado imponerse más allá del número de nominaciones o las apuestas. Es Brokeback Mountain. En terreno vedado, la película candidata a ocho premios y centro de un fenómeno cultural y social en Estados Unidos.

Sólo durante el mes de enero el cómico y presentador Jay Leno hizo 15 bromas relacionadas con vaqueros homosexuales en su programa. No ha sido un tema que haya desaprovechado humorísticamente tampoco su competidor, David Letterman, ni Stewart en su Daily Show ni el espacio satírico Saturday Night Live, donde Alec Baldwin protagonizó un sketch inspirado en la película.

Según el buscador de internet Google hay ya un millón de bromas relacionadas con la película y al menos 38 millones de referencias con el término Brokeback en la red. No es de extrañar que Global Language Monitor, un grupo que edita una lista de las palabras más exitosas creadas por Hollywood, haya elegido este año ganadora Brokeback por delante de Brangelina, el término con que se une a Brad Pitt y Angelina Jolie.

A principios de febrero uno de los vídeos que más se descargaron en internet fue Brokeback to the future, un corto-parodia en el que se enamoran los protagonistas de Regreso al futuro. Existen, entre otros muchos, Brokeback Squadron --basado en Top Gun--, Brokeback Heat --donde Al Pacino propone una cita a Robert de Niro-- y Broke Mac Mountain, un vídeo casero donde el amor nace reparando un ordenador de Macintosh.

LENGUAJE POPULAR

Frases clave de la película como "me gustaría saber cómo dejarte" se han colado de lleno en el lenguaje popular y ha habido desde incidentes hasta censura relacionados con él fenómeno. Los alumnos de la Universidad de Gonzaga recibieron una reprimenda por gritar a los rivales en un partido de baloncesto "Brokeback Mountain, Brokeback Mountain". Uno de los concursantes de un programa similar a Mira quién baila hizo una broma colocándose un sombrero vaquero en el trasero.

El fenómeno alcanza también a publicaciones de prestigio como The New Yorker. La portada de la semana pasada era una ilustración inspirada en el cartel de la película de Ang Lee donde en lugar de Heath Ledger y Jake Gyllenhal aparecían el presidente de EEUU, George Bush, y el vicepresidente, Dick Cheney (se aprovechaba también el incidente de caza de Cheney, que disparó en la cara a un amigo suyo, y se ilustraba al vicepresidente soplando un rifle humeante).

Lee, que puede convertirse en el primer asiático con un Oscar por un trabajo en inglés y en el primer director extranjero que triunfa en la categoría de mejor película y en la de mejor filme filme en lengua no inglesa (ganó con Tigre y dragón), ha reconocido que todo esto le resulta "un poco abrumador".

"Es una de esas cosas que se desbordan --apunta Robert Thompson, profesor de Cultura Popular en la Universidad de Syracuse--. Y ha tenido mucha más atención de lo que indican las cifras de taquilla". Esas cifras están en EEUU en 72 millones de dólares. No alcanza la barrera de los 100 millones pero también supone imponerse en términos de recaudación a sus cuatro rivales: Crash, Munich, Buenas noches y buena suerte y Truman Capote.