El torero Juan José Padilla, que sufrió ayer dos graves cornadas en Valencia, evoluciona favorablemente tras la intervención a la que fue sometido en la enfermería de la plaza, hasta el punto de que podría recibir el alta en las próximas veinticuatro horas, según explicó a EFE su apoderado, Diego Robles.

Padilla, que está acompañado por su esposa, Lidia Cabello, en la habitación del hospital valenciano Casa de la Salud, ha pasado la noche tranquilo y con escasas molestias, a pesar de la extensión y la gravedad de las dos cornadas sufridas.

La trayectoria de una de ellas le atravesó la parte superior del muslo derecho, mientras que la sufrida en la región pectoral le llegó hasta la axila, aunque de forma poco profunda.

"Lo cierto -asegura Robles- es que Juan José ha vuelto ha tener mucha suerte, porque las dos cornadas, aunque son extensas, no le han afectado ni a vasos sanguíneos ni a órganos importantes, y por eso los médicos le han dicho que se vaya levantando de la cama y que empiece a dar algunos paseos. Si Dios quiere, yo creo que mañana se irá para casa".

Juan José Padilla resultó corneado por el cuarto toro, pertenenciente a la divisa de Fuente Ymbro, de los lidiados ayer en la feria de fallas de Valencia cuando lo pasaba de muleta.

En un descuido, el astado prendió por la ingle al torero jerezano, le volteó aparatosamente y después le zarandeó con gran violencia en el suelo durante unos instantes angustiosos.

A pesar de ello, y con un torniquete conteniendo la hemorragia del muslo, Padilla se mantuvo en el ruedo hasta dar muerte a "Hortensia", que así se llamaba el toro, y pasear la oreja concedida por el público ya camino de la enfermería.