Tradicionalmente, la entrega del Premio Biblioteca Breve, de Seix Barral, reúne a lo más granado de la literatura española. Se celebra siempre el primer lunes de febrero, en el Museo Marítimo de Barcelona, antiguas Drassanas. La impecable organización corre a a cargo de Elena Ramírez, Nahir Gutiérrez y Elena Blanco, al frente de un equipo de edición que desde hace años se mantiene al frente de la literatura de autor.

El ganador de esta edición, Agustín Fernández Mallo, lo es por sus originales características y modos de narrar, en una clara línea de romper o, al menos, renovar las estructuras clásicas de la novela y avanzar hacia nuevos horizontes en alas de propuestas arriesgadas, saltos en el tiempo, un tratamiento diferente de los personajes, menos cánónico o básico, y la búsqueda de rendijas o intersticios por donde las conexiones entre ellos/as puedan facultar la apertura de ramas, subtramas, universos paralelos en un mundo literario que se compone sin conocer aún todas sus leyes.

La fuerza gravitatoria que une a Fernández Mallo, físico de profesión, con la realidad, y con la complicidad del lector, es paradójicamente, la poesía. La potencia poética de su prosa es la que conecta historias tan dispares y alejadas en el espacio y en el tiempo como las que se cuentan en Trilogía de la guerra, título de la novela premiada en este último galardón de El Breve.

Las tres historias contenidas en esta peculiar Trilogía avanzan desde escenarios tan diferentes como el descubrimiento de la luna por la tripulación del Apolo XII o la matanza de soldados de uno y otro bando en el desembarco de Normandía.

Como si estuviera en un laboratorio, el escritor somete a las materias sustanciales de su relato a constantes experimentos, licuando, solidificando, observando sus reacciones frente al agua, el fuego, el ácido o la ausencia de oxígeno. En ese sentido, hay que agradecer su vocación de riesgo y el arte para evitar la explosión, cuando menos para controlarla.

La constelación de escritores asistentes al premio dio pie a encuentros y conversaciones. Algunas giraron sobre la difícil situación de aquellos autores que en Cataluña siguen escribiendo en castellano. Muchos hablan abiertamente de la insoportable presión nacionalista de Puigdemont, Junqueras y compañía. Es la parte oscura de una luminosa sociedad, la catalana, que rechaza el dirigismo.