La nueva película de Bong Joon-ho, Okja, fue abucheada en Cannes, pero en realidad la cosa no iba con ella. Es una obra discutible, pero no merecedora de tal maltrato y, de hecho, la sonora hostilidad de la prensa se manifestó antes de que la primera imagen de la cinta apareciera en pantalla. El detonante fue el logo de Netflix, la compañía que ha producido el filme y que muchos han convertido en el villano de esta edición del certamen. Para más inri, la película empezó a ser proyectada en un formato de pantalla incorrecto, lo que generó más abucheos. ¿Un error humano o un posible sabotaje?

No está de más recordar la polémica generada alrededor de Okja, que vendría a ser al cine lo que las pugnas entre los taxistas y Cabify son al transporte: un conflicto entre dos modelos de negocio. El pasado 13 de abril, la dirección de Cannes anunció la presencia de Netflix en su concurso con dos películas, por primera vez en la historia de la plataforma de video on demand. Los distribuidores y los exhibidores franceses, para quienes es inaceptable que títulos que no van a estrenarse en salas estén presentes en la competición, pusieron el grito en el cielo.

CALENTANDO MOTORES / La respuesta del festival fue recular: a partir del 2018, anunciaron, no aceptarán a concurso ninguna película que no empiece su circuito en los cines. Ted Sarandos, número 2 de Netflix, comentó por Facebook que aquello le parecía una declaración de guerra. Por si los ánimos no estuvieran ya caldeados, Pedro Almodóvar, presidente del jurado, vino a decir hace unos días que Netflix es el enemigo.

¿Significa eso que Okja puede ir olvidándose de sus opciones a premio? La película ofrece por sí sola suficientes motivos para ello. En realidad podría decirse que Bong ha hecho tres películas en una: una es la historia de una niña y su gigantesca mascota; otra es una sátira contra el maltrato animal y las empresas cárnicas, y la última es una comedia de trazo exageradamente grueso.

Sin duda el corazón de la película lo encarna la tierna relación entre el monstruo del título, que forma parte de una nueva raza de cerdos desarrollada por una multinacional de la alimentación, y la joven que se encarga de criarlo y que, cuando el animal es reclamado por la compañía, se embarca en un intrépido viaje para recuperarlo.

A partir de entonces, lo que esencialmente es cine para niños empieza a echar piedras sobre su tejado, con una serie de interpretaciones mucho más caricaturescas de lo que deberían -Jake Gyllenhaal, en particular, se arrepentirá de la suya- y un exceso de dramatismo y brutalidad que sumirá al público infantil en el desconcierto. Por eso, y dado el berenjenal en el que se ha metido a causa de esta película, ¿no podría el festival haber prescindido de ella en la competición?

ENCANTADO CON ALMODÓVAR/ El director Bong Joon-hoo, por su parte, no pareció darse por aludido por el recibimiento, ni siquiera por las palabras que había dicho Almodóvar . Conocedor de que el presidente del jurado no apoyaba la presencia de Netflix en la sección de competición del festival, el director de Okja se declaró «gran admirador» de la obra del español, y se mostró encantado de que viese su película, algo que para él era suficiente. «Solo puedo decir que estoy muy contento de que (Almodóvar) vea la película esta noche (...) Pase lo que pase, el hecho de que la vea y hable de ella, ya me hace sentir muy honrado», afirmó el realizador en rueda de prensa.