--En el primer relato de La vida a veces

--Hasta que me llamaron de la editorial escribía porque me gusta la literatura pero me dijeron que viendo mi trabajo en el telediario creían que se podía esconder un amago de escritor. Quedamos en empezar por un libro de relatos porque me sentía más cómodo en un terreno corto. Era el salto intermedio entre una pieza del telediario y la novela.

--¿Cómo ha sido ese cambio de lo audiovisual al papel?

--Al principio, extraño, por no poder apoyarme en describir lo que veo. Jugué con activar en mi cabeza un monitor con el que cerraba los ojos y recreaba la escena. Al final es transmitir con palabras lo que hago en televisión, con la ventaja de que aquí tengo más tiempo, más extensión. Me puedo recrear más en los detalles y no tengo que ser esclavo de la imagen. A la hora de cubrir una exposición, si una mujer se emociona con un cuadro y no tengo la imagen, no lo puedo contar, pero aquí sí.

--¿Qué cuenta La vida a veces

--La vida. Tenía claro que era mi materia prima. Para mí, la vida está llena de casualidades, de instantes y pequeñas cosas que la marcan. Cuento 25 historias reales que han ido llegando a mí y me he dedicado a recopilarlas.

--¿Qué mensaje encierran esos 25 relatos?

--No me he propuesto transmitir nada, que cada uno interprete una cosa. Mi objetivo era presentar a gente normal. Todos podemos protagonizar un libro, porque está la Historia con mayúsculas, que protagoniza las enciclopedias, y con minúsculas, que es la nuestra. Lo único que ofrezco son reflexiones.

--¿En su labor como periodista cultural, qué importancia le da a las pequeñas cosas?

--Toda, soy un periodista de los detalles. No me gusta decir que un pintor nació en 1.680 porque intuyo que casi todo el mundo sabe entrar en Wikipedia y verlo. Antes de hacer un estudio de la obra de Goya prefiero saber qué hay detrás de sus fusilamientos o cómo se llamaba uno de sus personajes.

--En su libro, rinde homenaje a Ortega y Gasset y a García Márquez.

--El homenaje a Ortega es porque inventó una palabra que a mí me maravilla, que es vivencia. Hasta él, no había nada tan redondo que englobase la palabra vida. A García Márquez, porque considero que el principio de 100 años de soledad es el que todo el mundo querría escribir.

--Para su inicio escogió una poesía de Jaime Gil de Biedma.

--Lo hice porque me dio el título. Al principio se llamaba Fuera de cobertura pero no me convencía del todo porque, sí son historias fuera de cobertura pero me daba la sensación de tecnológico. La vida a veces es el nombre del libro pero el apellido lo puede poner cualquiera, a veces maravillosa, a veces aburrida, a veces gris.

--¿Qué le ha reportado a nivel personal tu primera novela?

--Cumplir uno de mis sueños. Todavía no me acostumbro a verlo al lado de gente a la que admiro.

--Acaba de estrenar La vida a veces

--Pido que me quede como estoy, pasándomelo muy bien en TVE y, después, si puedo, seguir contando historias en forma de libro. Ya veremos.