La «mejor» aproximación que nunca se ha escrito sobre el cineasta aragonés Luis Buñuel la hizo el escritor Carlos Fuentes en un texto hasta ahora inédito, e inconcluso, que ha descubierto el investigador Javier Herrera en los archivos de la Universidad de Princeton y que ahora publica la Fundación Banco Santander.

A través de cartas, telegramas y postales, Luis Buñuel o la Mirada de la Medusa (un ensayo inconcluso) reconstruye la visión de Buñuel (1900-1983) sobre el futuro y los acontecimientos del mayo del 68 además de «descubrir» la faceta ensayística de Fuentes (1928-2012), explicó ayer Herrera.

El descubrimiento de esta obra en los archivos de Princeton, aseguró Herrera, fue un golpe de suerte: «Estaba leyendo un artículo en el que Fuentes comparaba a Buñuel con Carlos Marx cuando, de repente, me encuentro una nota que dice ‘fragmento de un libro próximo a aparecer, Luis Buñuel o la mirada de la Medusa’”.

Al «descubridor», el hallazgo le provocó un «asombro total» porque, señaló, es un «texto fundamental» en el que se analiza el mundo «como una Medusa que paraliza con la mirada de sus prohibiciones», y en el que, como dice Román Gubern en su prólogo, «ilumina de manera deslumbrante tanto el imaginario del artista como el del escritor».

La fascinación de Fuentes por Buñuel, indicó Herrera, surgió cuando en 1966 vio la película Los Olvidados, prohibida hasta el 82 en Francia. «Esto es lo que hizo que Fuentes quisiera escribir el ensayo. A partir de ese momento escribió un artículo describiendo que aquellos que veían la película eran los hippies y los jóvenes pertenecientes al movimiento contracultural y revolucionario», señala.

Por ello, Fuentes relaciona al cineasta aragonés con el movimiento del 68, alegando que Buñuel, de manera implícita, critica la sociedad de consumo.

La amistad y acceso de Fuentes a Buñuel permite «crear un diálogo fluido y vasto sobre la filmografía e intimidad del cineasta, con el telón de fondo de la Revolución del 68» y la sociedad que pretende cambiar. En el libro se observa también «la devoción» de Fuentes, nacido en Panamá y con nacionalidad mexicana, y la del «boom» iberoamericano, es decir, autores como Cortázar, Paz, o García Márquez, por el aragonés

«Fuentes escribe y monta esta obra como si fuera una película de Buñuel, de manera implícita e insinuante», asegura Herrera. La obra está estructurada mediante fragmentos numerados que se relacionan a un lugar donde estaba Fuentes, «tratando» temas de carácter social que «bailan» entre la política, la religión y el sexo.

El volumen incluye un apéndice con las quince cartas inéditas cruzadas entre los años 1966 y 1972 entre Buñuel y Fuentes.