Carlos Saura, cineasta, fotógrafo y apasionado de la música, sigue manteniendo una actividad incesante a sus 84 años que le ha llevado ahora a Moscú, donde como invitado de honor del Festival Internacional de Cine habló anoche sobre su atracción por las películas musicales.

"Es un trabajo apasionante tener delante de la cámara a los mejores artistas, que cantan o bailan", afirmó. Saura, que derrocha energía y actividad, presentó al público su película Tango y dio una clase magistral sobre la relación de su cine con la música, "y me voy enseguida porque tengo que trabajar en España", dijo. La prisa es porque está a punto de terminar La jota con la que por fin hace una película sobre el baile aragonés.

"Mi relación con la música es muy antigua, mi madre era concertista de piano, yo he escuchado música clásica toda la vida y desde joven me aficioné al flamenco, me gustaban mucho las músicas populares", señaló.

Y es verdad que Saura sigue en activo. Acaba de estar en Italia y Alemania presentando su libro de fotografías; y próximamente viajará a la India con una obra de teatro.