C artas de Goran Bregovic, sueños de Xoel López, sabotajes de Lagartija Nick... Ejemplos de vitalidad creativa. Con sus pros y contras, claro. Como la vida misma. Por cierto: el texto que conforma los pies de foto pertenece a una pieza del disco de Sharif.

Goran Bregovic. Three Letters From Sarajevo. Opus 1 (Universal). Aunque de factura irregular, el disco más reciente de Goran Bregovic es conceptualmente atractivo (apuesta por la música como eje de la convivencia interreligiosa) y musicalmente variado. Instrumentistas y cantantes de aquí y de allá (Serbia, Túnez, Israel, España, Argelia...) y ritmos de facturas diferentes que se enredan con las vibraciones gitanas dan cuerpo a un trabajo con algunas piezas sobresalientes. Rachid Taha, la española Bebe, los israelíes Gershon Leizerson, Asaf Avidan y Riff Cohen, entre otros, participan en la escritura sonora de unas cartas de mensaje tan claro como su intención: lo que nos separa no es tan poderoso como para amargarnos la vida.

Xoel López. Sueños y pan (Esmerarte / Altafonte). Este gallego es, se sabe, compendio de originalidad, libertad creativa e inteligente asunción de referencias. En este su tercer álbum en solitario, Xoel transita por el rock tropical, el pop más o menos arty, la canción de autor, las búsquedas intercontinentales y cierta mirada a los años 60 y 70. El resultado, leído lo anotado, se puede antojar un bacalao, pero nada más lejos de esa percepción: esta mezcla de ensoñación y cruda realidad funciona bastante bien.

Sharif. Acariciado mundo (Hip Hop Comes From Soul / BOA) El rapero zaragozano, toda una espléndida anomalía en el panorama del hip hop patrio, se puso el listón muy alto con Bajo el rayo que no cesa, su disco de 2015. Pero Sharif no se duerme. Y junto a una nueva colección de letras realmente singulares, discurre musicalmente abundando en hallazgos anteriores (su acercamiento al flamenco) y paseando por senderos próximos al trap, por ejemplo. Tres productores (su inseparable Lex Luthorz, que se ocupa del grueso de las canciones; Acción Sánchez y Gordo del Funk) dan brillo al mundo de Sharif, quien también cuenta con algunos colegas en las voces.

Lagartija Nick. Crimen, sabotaje y creación (Virgin / Universal). Con la formación de los primeros tiempos, el espíritu revoltoso de siempre y un título extraído del de una pieza de Zona de conflicto, su disco anterior, el grupo granadino ha dado forma a su álbum número 13, del que dice que está emparentado con Omega, el gozoso proyecto que realizó con Enrique Morente. Bien: la inclusión de unas «sevillanas jornaleras» y otros detalles flamencos no son elementos suficientes para asociar ambos discos. Eso no es inconveniente para disfrutar de una oferta en la que la banda se muestra lúcida, reinvindicativa y revulsiva. Y eso no es poco.

Amadou & Mariam. La confusion (Because Music). Príncipes de la psicodelia mandinga Amadou & Mariam, de Malí, facturaron en Folila (2102) un gran disco, algo lastrado por el exceso de invitados. Ahora, con La confusion, se repliegan a un terreno aparentemente más canónico. Nada que objetar si no fuese por la monótona producción de Adrien Duran. Pero el dúo puede con todo.

Nick Mulvey. Wake Up Now (Fiction / Music As Usual). El exPortico Quartet crea en su segundo disco en solitario un atractivo discurso sonoro con variedad de texturas instrumentales y sabores folk, pop y afro.

Rostam. Half-Light (Nonesuch). Excompositor y exproductor de Vampire Weekend, Rostam quiere seguir rompiendo barreras y lo hace con un puñado de canciones bien especiadas (cuerdas, ecos orientales...) con regusto a caras B de cierto color sepia.

VV. II. República Afrobeat. Vol. 4. Mujeres (Kasba). DJ Floro sigue indagando en la gran galaxia afrobeat para demostrarnos que la invención de Fela Kuti sigue viva. En esta cuarta entrega las mujeres llevan (con muchos detalles) la voz cantante. Vigoroso.

Rolling Stones. On Air. (Universal). Versiones de rock, blues y soul, y algunas composiciones propias. En total, 32 piezas registradas para la BBC entre 1963 y 1965. Varias de las canciones recogidas aquí solo se grabaron en esas sesiones de la radio; otras se estrenaron en las ondas antes de pasar a los discos oficiales del grupo. Sonido restaurado, y unos Stones enérgicos y a punto de comerse el mundo.