La casa en la que vivió durante más de 30 años el cineasta aragonés Luis Buñuel en Ciudad de México será la sede de la Academia Iberoamericana de Cine y también la de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.

El ministro español de Asuntos Exteriores anunció esta decisión durante su intervención en un acto celebrado en la capital mexicana para presentar un libro sobre la actividad del Centro Cultural de España (CCE) junto con la secretaria de Cultura de México, María Cristina García Cepeda.

Dastis expresó su satisfacción de que la casa en la que Buñuel vivió durante su exilio en México se convierta en «el epicentro de la actividad cinematográfica mexicana y de toda América Latina», reconoció.

El compromiso de que la casa de Buñuel sea la sede de la Academia Iberoamericana de Cine lo ha adoptado la Secretaría de Estado de Cultura española en colaboración con su organismo homólogo mexicano.

La casa del cineasta, que el Gobierno español compró a la familia en 2010 siendo ministra Ángeles González Sinde (por 400.000 euros), reabrió sus puertas en julio de 2013 después de ser remodelada (costaron las obras 686.000 euros) con el fin de estrechar los vínculos culturales entre España y México. Desde el pasado 2015, el centro no ha acogido ningún tipo de actividad y permanecido cerrado. El conflicto parecía provenir de la gestión, ya que exteriores no tenía intención de ponerlo en funcionamiento si no se le cedía la gestión, que, en origen, pertenecía a Cultura.

HASTA SU MUERTE

Buñuel, nacido en Calanda en 1900 llegó como refugiado político a México, donde se convirtió en uno de los cineastas más influyentes de la segunda mitad del siglo pasado. El que fuese el primer director español en obtener un Oscar vivió en la casa de Ciudad de México desde 1952 hasta su muerte en 1983. Su esposa la habitó hasta el año 1994.

Dastis subrayó que la llegada de un buen número de intelectuales a México debido al exilio tras la Guerra Civil contribuyó «en gran medida a conformar el sustrato artístico y cultural de México y a dotar del elemento de modernidad que hizo de ese país un referente de la cultura, las artes o la arquitectura del siglo pasado».

García Cepeda también recordó lo que supuso el exilio español y lo ligó al hecho de que este año se conmemore el 40 aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre España y México. «La relación jamás se interrumpió porque de los españoles que recibimos en nuestro país, aprendimos no solo a saber, sino a ser», elogió.