La discriminación sexual había aparecido en muchas películas de instituto, siempre revestida de elementos estigmatizantes. Por eso resulta tan importante Con amor, Simon, porque el personaje homosexual ya no es el mejor amigo de la protagonista, sino que es dueño de su propio relato y, además, el descubrimiento de su homosexualidad no se convierte en un drama, sino en una celebración de la diferencia. Todavía no le ha dicho a nadie su orientación sexual y, además, desconoce quién es el compañero de clase del que se ha enamorado en internet. BEATRIZ MARTÍNEZ

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‘Con amor, Simón’

Greg Berlanti