La ceremonia del té en Japón es una de las tradiciones más genuinas y longevas que se mantienen hoy en día. En ella, todos los elementos son minuciosamente preparados siguiendo un protocolo que tiene su origen en el siglo XVI para que los participantes logren un nivel de concentración tal que no piensen en otra cosa. Tanzan Kotoge, uno de los ceramistas japoneses más prestigiosos, ha querido acercar esta y otras tradiciones a los aragoneses donando ocho de sus piezas maestras al Museo de Zaragoza. Ayer estuvo en Zaragoza para inaugurar la exposición, que se mantendrá un año.

En esta muestra se pueden contemplar las piezas donadas junto a otras muchas del artista que permiten observar todos los estilos y técnicas que utiliza Kotoge. Además esta exhibición de arte japonés se completa con ejemplos de cerámica china y japonesa perteneciente a los fondos de la Fundación Torralba Fortún. Uno de los ámbitos de la colección es precisamente un conjunto que suma más de una veintena de piezas, denominadas chawanes, que se utilizan para beber té. Estas obras están decoradas con motivos naturales ya que, según contó Elena Barlés, comisaria de la muestra junto a David Almazán, «los japoneses aman la naturaleza y plasman ese amor en sus objetos cotidianos más pequeños, cuya decoración concuerda con el discurrir estacional». Los inmutables pinos y el bambú, que representan el invierno, los crisantemos del otoño, los lirios del verano y las hojas del cerezo en primavera son motivos que se repiten en la colorida obra de Kotoge.

El archipiélago nipón, referencia mundial en tecnología y robótica, es también una de las naciones que más recelosamente guardan sus costumbres. Una de las ciudades que mejor plasman este contraste es Kioto, capital del arte de la cerámica en Japón, y la ciudad de procedencia de Kotoge, que acaba de cumplir 50 años como profesional. Esta impronta tradicional en las obras del japonés nos permite, según Almazán, «acercarnos a la más profunda esencia de la cultura japonesa». Esta capacidad de transmisión y de conexión con el arte nipón le han valido a Kotoge para ser nombrado Tesoro Nacional Viviente, que es el máximo reconocimiento que los maestros de artes pueden recibir en Japón.

No es la primera vez que Tanzan Kotoge visita Aragón. Durante estos viajes, el artista se ha mostrado siempre muy interesado en el trabajo de la fundación Torralba Fortún y la Asociación Aragón Japón. Debido a ello, Kotoge acaba de ser nombrado socio de honor de esta agrupación cultural, lo cual le pone «muy contento» dice sonriendo. Kotoge, además, ha visitado en más de una ocasión el taller de cerámica de Muel, y ayer comentó que le sorprendió lo avanzado de las técnicas que utilizan.

Esta exposición se enmarca dentro de una serie de actos queconmemoran los 150 años de relaciones diplomáticas entre Japón y España.