BOSQUEJILLO DE LA VIDA Y LA OBRA

José Mor de Fuentes

Que José Mor de Fuentes llamase Bosquejillo a la autobiografía que se publicó por vez primera en 1836 podría obedecer a varias razones: a la típica modestia de un ilustrado dieciochesco que quisiera mitigar la petulancia de publicar un volumen sobre su vida y escritos; al propio estilo del autor montisonense, dado al uso de diminutivos y otros recursos retóricos para ofrecer al lector un lenguaje ágil, coloquial y cercano; o a que no le daba a esta obra mayor importancia, y más teniendo en cuenta que Mor de Fuentes fue un prolífico escritor.

Sea como sea, este Bosquejillo de la vida y la obra de don José Mor de Fuentes delineado por él mismo, que ese es el título completo del libro, se ha convertido con el tiempo en la obra más conocida y publicada de su autor; lo cual no le quita mérito a esta nueva edición que propone la colección Larumbe, a cargo de Jesús Fernando Cáseda Teresa, cuya introducción y notas guían al lector por ese escenario no siempre bien conocido que fue la apasionante España de finales del siglo XVIII y principios del XIX.

Pero el tono que utiliza Mor de Fuentes no es el de grave historiador, sino más bien el de un amigo locuaz que se dedicase a narrar a la concurrencia los avatares de su existencia. Ese estilo suelto y liviano hace muy entretenida la lectura, aunque por otro lado dé la impresión de haber sido escrito de forma un tanto improvisada.

Dentro del conjunto de la obra merece mención especial la narración del viaje a París que Mor de Fuentes realizó en 1833, que ocupa casi la mitad del libro y que se beneficia de ese estilo directo del autor para dotar a lo que cuenta de una curiosa inmediatez. En todo caso, en la visión general prevalece la agilidad sobre el desorden, y el Bosquejillo se convierte en un interesante documento con opiniones y comentarios directos de un digno representante de la Ilustración en Aragón.