El concierto, apoteósico; la organización, lamentable. Este es el resumen de la actuación de Bruce Springsteen en Santiago de Compostela ante 40.000 personas, el pasado domingo. Según decenas de denuncias presentadas ante la Policía Nacional y el ayuntamiento, las puertas se abrieron con retraso, la señalización fue caótica y se produjeron avalanchas al comenzar el concierto sin que todo el mundo hubiera conseguido entrar. Esto provocó que los responsables de los accesos relajaran el control y que se colaran numerosas personas sin entrada. Sin embargo, otras que sí la tenían (habían pagado 74 euros por ella) no pudieron acceder al auditorio, el Monte do Gozo, puesto que este se llenó por encima de su capacidad.

Según algunos testigos, habría entre mil y dos mil espectadores en esta situación que, finalmente, pudieron ver buena parte del espectáculo desde un alto cercano. De hecho, algunos seguidores del Boss, que sí lograron acceder al concierto, prefirieron regresar al exterior y colocarse en esa atalaya desde donde se veía mejor el escenario que desde ciertos lugares del interior en los que elementos del mobiliario dificultaban la visibilidad.

La concejala de Seguridad de Santiago, Marta Álvarez, reconoció que las quejas eran "muchas" y culpó de todos los problemas a Doctor Music, la promotora del concierto. "Lo que sucedió del recinto para adentro es responsabilidad de Doctor Music, así como el orden al acceso de las puertas, la hora de apertura y la obligación de tener un libro de reclamaciones", dijo. Así mismo, Álvarez confirmó que las puertas se abrieron más tarde de lo previsto y que de ahí derivó "parte del problema". A partir de ese momento, se produjeron aglomeraciones y "hubo un número importante de personas con entrada que no accedieron al recinto", afirmó Álvarez, que alabó el "excepcional comportamiento" de esa parte del público. Sobre la posibilidad de que se vendiesen más entradas de las que permite el aforo del Monte do Gozo (37.800 personas), señaló que "si se demuestra, el Ayuntamiento hará reclamaciones".

Por su parte, Daniel Gutiérrez, responsable de prensa de Doctor Music, negó, en declaraciones a Efe, que hubiera habido retraso en la apertura de las puertas y señaló que las aglomeraciones se produjeron "por las características propias del recinto que habían habilitado". También aseguró que la organización "no tiene conocimiento de que haya habido denuncias".

Con todo, las 40.000 personas que lograron entrar pudieron resarcirse del caos inicial con un concierto apoteósico, que comenzó con una de las canciones gallegas más populares: la Rianxeira.