Varios de los vocales de la Junta Rectora del Museo e Instituto de Humanidades Camón Aznar han mostrado su malestar por la decisión de Ibercaja de cambiar la denominación de este espacio de arte zaragozano por Museo Goya, eliminando de esta forma el nombre de la persona que donó la colección que hizo posible su creación en 1980.

Esta junta rectora, formada en su origen por miembros nombrados tanto por la familia de Camón Aznar como por la entonces Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, "no ha sido convocada desde hace varios años", según explica Hipólito Gómez de las Roces, miembro de la junta como persona de confianza de la familia Camón Aznar y abogado que redactó las actas de constitución. "Aunque ya no nos convocan, la junta no se ha disuelto que sepamos, por lo que el cambio de nombre que han decidido sin consultar es cuando menos ajurídico", señala Gómez de las Roces, quien adelanta que no piensa asistir "a la reinauguración de un Museo Goya, que nunca ha existido, por lo que no puede ser reinauguración".

Tanto Gómez de las Roces, como Gonzalo Borrás, que fue miembro de la junta en su condición de catedrático de Arte de la Universidad de Zaragoza hasta que se jubiló (y por tanto también tuvo que dejar este puesto en el Camón Aznar), consideran que relegar de la denominación del centro al nombre de su fundador "es una falta de respeto a una persona que fue generosa y que no merece ser olvidada así".

Fuentes de Ibercaja explicaron ayer que el cambio de denominación "que ha sido comunicado a los actuales miembros de la Junta", se debe a que el museo "ya no es el que era, ha crecido en todos los sentidos con las colecciones de Ibercaja, tanto por las obra de Goya y como por las de arte contemporáneo, por ejemplo" y que denominarlo Museo Goya "va a ser bueno para Aragón". En cuanto a la figura de Camón Aznar explicaron que "su legado sigue teniendo su espacio y está reconocido, porque fue el germen de este centro".