Una mujer, Emilie, es contratada por una gran empresa internacional en el departamento de recursos humanos para emprender un plan de despidos encubierto que obligue a los empleados a renunciar por sí mismos. Esta gestión tendrá consecuencias humanas devastadoras, llegando a provocar el suicidio de uno de los trabajadores damnificados.

Este es el punto de partida de Corporate, la ópera prima del director francés Nicolas Silhol a través de la que pretende denunciar la total desprotección a la que se encuentran abocados los trabajadores dentro del sistema capitalista y su consideración como títeres a los que poder manipular, utilizar y tirar en cualquier momento y sin tener ningún tipo de remordimientos ni tampoco de escrúpulos.

Su interés por este universo podrido de miseria moral tiene una raíz social pero también personal. El padre del director trabajó toda su vida en France Telecom hasta que en el 2008 se descubrió que algunos trabajadores se habían suicidado por culpa de lo que se conocería como «gestión del terror».

«Lo que más nos impresionó fue el cinismo con el que habló a la prensa el director general en aquel momento de France Telecom sobre el tema, diciendo que había que parar toda esa moda de los suicidios», explicó Silhol en su visita a Madrid para presentar la película, que se estrenó ayer en España.

«Lo que queríamos era cuestionar la responsabilidad individual y poner en tela de juicio el compromiso de aquellas personas que crean esos métodos de gestión y también de las que los ponen en práctica en el día a día; las que hacen el trabajo sucio, vaya», afirmó.

La cámara seguirá al personaje de Emilie (fantástica Céline Sallette), al principio hermética y cerebral hasta que poco a poco vaya quitándose de encima capas de dureza permitiendo la entrada del peso de la conciencia y de la culpa. «Se trata de un personaje que había terminado mimetizándose con su función. Ella representaba un papel y estaba totalmente desconectada de cualquier tipo de sentimientos, de valores. Encarnaba a la empresa y uno podía preguntarse si en realidad había alguien dentro de esa máscara». Así que Emilie poco a poco irá adoptando el punto de vista del espectador, rehumanizándose.

La mujer en la empresa

El director quería hablar del lugar que ocupa la mujer en el mundo empresarial. Emilie tiene que imponerse en un mundo de hombres y, según Silhol, «esto la obliga a convertirse en un modelo de ejecutivo femenino» que implica ser sexi y al mismo tiempo viril en el sentido de no tener escrúpulos para hacer sufrir a la gente». «Al mismo tiempo -continuó-, ha de hacer uso de su poder para defenderse de los ataques machistas que tiene que aguantar a su alrededor».

Corporate podría definirse como un thriller en el que hay un claro asesino, pero es el propio director el que prefiere considerar la película como un drama social. «No queríamos hacer juicios morales, pero sí poner de manifiesto que hay actos que tienen consecuencias muy graves», afirmó.