Alos 12 años, su madre le suelta en esloveno (un idioma que no es el suyo ya que él habla serbocroata) que su padre, un oficial del Ejercito Popular Yugoslavo, Nedeljko Borojevic, ha fallecido. En realidad, hacía tiempo que él no tenía contacto con él, concretamente, desde que la guerra estuviera a punto de estallar y viajar a Eslavonia «a realizar una serie de maniobras». Su desaparición dinamita una familia hasta entonces más o menos unida y más o menos feliz. Vladan descubre lo que es la soledad y el sufrimiento de ver cómo se siente abandonado pero, tiempo después, aún le queda lo peor por averiguar. Al buscar en Google el nombre de su padre, descubre que no está muerto sino que está escondido ya que ha sido acusado de crímenes contra la humanidad en la guerra salvaje y atroz que ha acabado con la convivencia en los Balcanes y con Yugoslavia.

DESCUBRIMIENTO / Yugoslavia, mi tierra (Libros del asteroide), de Goran Vojvonic es un viaje. De descubrimiento de una realidad, de una verdad y de la propia vida de Vladan pero también una carrera de investigaciones, de caminar por un pasado muy oscuro y un presente que bebe de aquel momento en el que todo se incendió. Vladan se inventaba en la habitación de un hotel una liga entera de fútbol mientras jugaba sus partidos con una pelota de goma. La televisión era aburrida y sólo hablaba de conflictos y estaba llena de retórica nacionalista. 20 años después, Vladan, como si de una novela negra se tratara trata de encontrar a su padre, el que nunca le trató mal pero al que acusan de haber sesinado sin compasión. Y lo peor de todo es que lo busca sin saber para qué.

Goran Vojnovic pone su prosa alegre y certera al servicio ya no de la Yugonostalgia (ese movimiento que existe en los Balcanes que echa de menos la época de Tito y sobre todo un mundo en el que todos formaban un país) sino de la verdad de una guerra que sacó lo peor de cada ser humano. Justo es reconocer que Vojnovic consigue equilibrar los momentos dramáticos con la solidez de un desengrasamiento general que permite hasta ciertas situaciones cómica, desgraciadamente, a costa de los protagonistas.

Yugoslavia, mi tierra es una novela que dispara directamente al ser humano. No va destinada a los amantes de los Balcanes ni a los ávidos de conocer qué sucedió en una guerra, va directa a lo más profundo del ser humano, a las emociones y, sobre todo, a esa contradicción que en todos vive y a la que hay que hacer frente en determinados momentos de la vida. Al fin y al cabo, «esta guerra fue la consecuencia de las reacciones de unos neandertales con capacidades emocionales sobredesarrolladas».