Siete años largos ha tardado Ángela Labordeta en volver a publicar una novela, puesto que como ella dice "las ganas de escribir aparecen y desaparecen". Por eso Tacones y muñecas (editada por Los libros del gato negro), que ayer presentó en el Teatro Principal, se debe saludar como la recuperación por parte de la autora del deseo de volver a crear. Un interés que recobró "a raíz de la muerte de Félix Romeo, alguien que siempre me apoyó y que me animaba constantemente a escribir, y ante su ausencia volví a sentir la necesidad de tener que contar una historia", señala.

Un relato que, como todos los suyos, "son historias de mentira basadas en verdades" ya que, explica, "en las novelas, aunque sean ficción, vuelcas una parte de tu persona que repartes en los personajes y en la trama. Lo que escribo es en sí parte de mi vida y aquí son una serie de personas ubicadas en la Zaragoza de los años 80 a las que les van sucediendo cosas".

Cosas duras. Pues bajo el título más o menos dulce de Tacones y muñecas se esconden historias personales con demasiada carga de profundidad. "Están las chicas, Iris y Paloma, que se enfrentan a una realidad que, como suele suceder, a veces no es lo que te gustaría ver; o los padres, cuyo matrimonio se convierte en algo monótono como también suele suceder; o la abuela Sara, llena de recuerdos y la dictadura y con un sentimiento de fracaso en su vida", cuenta la autora, quien recalca que algunos de los personajes tienen una base real: "Es una ficción pegada a la realidad y algunos de los protagonistas están basados en personas que he conocido, pero no significa que esa sea su historia. Hay un dibujo y nada más. A veces puede ser solo alguien que he conocido de forma esporádica y que me ha transmitido algo que he considerado que podría ayudarme a definir un personaje de novela, de ficción".

Por eso acepta que se tilde de "dura" a su novela, "porque la vida en sí es dura y en las vidas siempre hay cosas que contar". Eso sí, aclara que, a pesar de ello, Tacones y muñecas "siempre deja halos de esperanza".