El Cyrano de Bergerac es «una obra que debería interpretarse constantemente». No lo dice cualquiera sino uno de los actores más reconocidos de los últimos años por sus papeles televisivos, José Luis Gil, aragonés «aunque criado por circunstancias de la subsistencia en Madrid» que encabeza el reparto de esta versión del clásico que se estrena hoy en el Teatro Principal con «mucho talento local». Y es que la obra está dirigida por Alberto Castrillo-Ferrer y también cuenta, entre otros, con Joaquín Murillo, Ricardo Joven, Nacho Rubio, Ana Ruiz, Rocío Calvo y Álex Gadea. El consejero de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, acompañado del equipo de la obra, presentó la misma en el Teatro Principal.

«Es una obra popular -defendió Castrillo-Ferrer- en el sentido de que le gusta a todos los públicos porque te coge de la pechera, tiene una historia de amor, es un vodevil, hay espadas, humor... y, además, cuento con el elenco que yo he soñado siempre», explicó el director que también quiso dejar claro que «no es una apuesta fácil porque es algo diferente y no es la obra comercial de turno pero es algo que va a gustar y, además, vamos a darle otro enfoque».

«Es una obra de teatro universal, bonita y necesaria»», reclamó José Luis Gil que se sintió muy ilusionado de volver a Zaragoza: «Es mi ciudad, yo soy un maño criado accidentalmente en Madrid y para mí esto es volver al vientre maternal. Y lo hago con la satisfacción personal de haber llegado hasta aquí después de un largo camino».

SIN ENTORPECER LA NARRATIVA/ Con respecto a esta versión, Gil defendió que, para su realización no se han «recreado en alguna historia que pudiera entorpecer la narrativa» lo que enriquece la producción ya que no hay grandes montajes ni escenarios que la arropen. Es una obra que habla del poder de la palabra y queríamos hacer este Cyrano sencillo y práctico pero no por eso ha sido fácil. La clave es que hemos conseguido hacer una pequeña gran compañía porque todos teníamos claro que había que sufrir tanto como disfrutar».

Ana Ruiz, por su parte, aseguró tener la sensación de «estreno» absoluto de la obra y lanzó un reto colectivo en tono de humor: «Dado que las butacas del Principal son nuevas, no se puede quedar ninguna sin estrenar para que así se prueben todas».

El consejero Fernando Rivarés destacó que «lo que se ofrece durante el Pilar en los teatros municipales es algo magnífico. Es una oferta de máxima calidad buscando grandes públicos. Algo que es posible tal y como estamos demostrando con la programación». En cuanto a este Cyrano de Bergerac con sabor aragonés, lo calificó como «una apuesta renovada de respeto a la esencia del pasado a través de la cabeza de un creador del siglo XXI y con la presencia de un grandísimo talento local».

Como viene siendo habitual con todas las obras que se representan en el Teatro Principal desde hace dos años y dentro del proyecto que se denomina Escuela de espectadores, tras la función del domingo, 8 de octubre, el equipo artístico de la obra tendrá un coloquio con los espectadores de alrededor de media hora.

Cyrano de Bergerac, que tiene una duración de aproximadamente 100 minutos, se estrena esta noche (20.30 horas) en el Teatro Principal, recinto donde se podrá ver hasta el domingo, 15 de octubre a razón de una función diaria a la misma hora menos los domingos que serán a las 18.30 horas.

Las entradas para cada una de las funciones cuestan entre 5 y 25 euros dependiendo de la zona elegida y se pueden comprar tanto en las taquillas del teatro en horario de 17 a 21 horas como en la web y cajeros automáticos de Ibercaja.