--¿Cómo llega a ustedes La bella y la Bestia. El Musical.?

--Raúl Peña: Me propusieron hace ya cuatro años audicionar para el papel de Lefou. Conllevaba cantar, bailar y me lancé. Estuve durante un año preparándome sobre todo musicalmente y tras superar la prueba con los productores seguí tomando clases. Fue una responsabilidad grandísima. Desconocía que este género requería tanta exigencia. ¡Es el más grande!.

--Daniel Diges: Yo estaba en Miserables cuando me propusieron hacer el casting y conseguí el papel. Resulta anecdótico que este mismo musical había sido el primero que había visto y siempre me había gustado. Al principio pensaba que no daba para el personaje de Gastón pero ahora, creo que es de los más bonitos que he hecho.

--¿Es tan divertido como parece interpretar al dúo de Gastón y Lefou?

--D. D.: A mí me ha costado mucho trabajo, sobre todo vocalmente porque tenía que bajar muchos tonos mi voz y también por la actitud de Gastón. Pero ahora lo estoy disfrutando mucho y es de los pocos musicales con los que, después de muchas funciones, no me aburre el personaje.

--R. P.: En mi caso, después de dos años, me propusieron volver y acepté por eso mismo. El hecho de interpretar a personajes secundarios es mucho más divertido. Tienen menos posibilidad de riesgo porque no recogen tanta atención

--¿Están los personajes muy basados en los de la película de Disney?

--D. D.: Sí, prácticamente son los mismos y de hecho mucha gente me dice que calco la voz del personaje.

--R. P.: Yo, sin embargo, digo que no. Se parecen pero cada uno les damos nuestro sello.

--¿Cómo los describirían?

--R. P.: Lefou es un pequeño gordinflón que seguramente abandonaron en el bosque donde lo rescató Gastón, del cual está enamorado y daría todo por él. No pierde nunca la sonrisa, ni la magia, ni las ganas de divertirse, ni su intento de ser malvado, aunque no puede porque lo que tiene dentro no es lo mismo que tiene Gastón.

--D. D.: Gastón es un tipo totalmente vacío, que solo piensa en él, machista y muy prepotente. Es bonito interpretarlo porque con él puedo ser quien me de la gana, no tiene ningún complejo de ser idiota, le da igual. Con él he aprendido a que hay que ser como de verdad eres, sin importarte lo demás. Y también que ser idiota es muy divertido.

--R. P.: Los dos son muy torpes, divertidos y payasos.

--Aunque se trate de un cuento de Disney, ¿Es una función para todos los públicos?

--R. P.: Absolutamente, nadie sale indiferente. Hay quien va a ver un concierto y lo encuentra, hay quien va a ver algo más operístico y lo encuentra, porque hay momentos muy líricos, y lo mismo con el que va en busca de teatro y textos.

--¿Qué es lo más mágico y sorprendente?

--R. P.: Es único, un show a todos los niveles y además el público tiene la oportunidad de verlo en su ciudad.

--D. D.: Van a ver lo mismo que en Broadway, de hecho está dirigido por los mismos productores.

--¿Qué les está aportando el musical?

--R. P.: Para mí está siendo una experiencia más bien personal que profesional. Es todo un poco circense porque convivimos 100 personas entre actores y técnicos, y vamos de un sitio a otro todos juntos. Casi no paramos en casa.

--D. D.: Es demasiado tiempo pero así conocemos las ciudades, sus gentes... Al final sabemos cómo es el público en cada ciudad, se nota muchísimo la diferencia.

--¿Cómo es entonces el público en Zaragoza?

--R. P.: Por nuestra experiencia, muy cariñoso, divertido, expresivo y exigente porque tiene mucha cultura teatral.