Por segundo día consecutivo, centenares de personas desfilaron ayer por el Museo de Historia Afroamericana de Detroit (EE.UU.) para despedirse de la reina del soul, Aretha Franklin, fallecida hace trece días en la ciudad. La multitud tuvo que enfrentarse a la amenaza de lluvias y tormentas, que no minaron el ánimo de los fans.

El cuerpo de la cantante será trasladado hoy a la iglesia baptista New Bethel, el templo de Detroit donde su padre, Clarence LaVaughn Franklin, ofició como pastor entre 1946 y 1979.

El funeral de Aretha Franklin se celebrará mañana en Greater Grace Temple. A las exequias solo están invitados la familia, amigos y personalidades del mundo de la política, la música y la sociedad civil, pero serán transmitidas por las principales cadenas de televisión de EE.UU.