No había un concierto pero en cuanto se abrieron las puertas ayer en la sala Multiusos, ya fueron cientos las personas que entraron para dar por inaugurado el Salón del Cómic de Zaragoza. Más de 70 estands esperaban y una apretada agenda de actividades.

Joan Tretze abría la sala de conferencias con la presentación de El sistema D13 ¡Crítico! pero fue media hora después, hacia las 18 horas, cuando, con Antonio Altarriba (triunfador de los premios del Salón entregados el jueves) y Keko, la sala vivió el primer lleno. Para entonces, en el estand de firmas, ya había un fan haciendo cola esperando a que acabaran su presentación para que le firmaran sus ejemplares. Chesus Calvo (Los cuatro trabajos y medio de Marco di Lampedusa), David Terrer (El último aragonés vivo), Bernal (Jano in corpore sano) e Isa Ibaibarriaga, con su recién publicado Gummy girl, firmaban en el estand de GP Ediciones, situado al lado del de El Armadillo Ilustrado, donde José Domingo tampoco se aburría. "Acabamos de abrir y hoy es un día un poco más flojo en cuanto a ventas", decían tanto Daniel Viñuales, de GP, como Víctor Romano, de El Armadillo, que resaltaban que "los momentos fuertes son el sábado por la tarde y el domingo a la hora del vermú".

MALAVIDA Y MILCOMICS.COM En el pasillo paralelo, en el estand de Malavida (siempre repleto de gente en los dos lados, como ya es tradición), Chema Cebolla (premiado también el jueves) y Roberto Malo conseguían vender su primer Veo por ti mientras Xcar hacía lo propio con varios ejemplares de Sigo siendo un cocinillas, que aspira a ser uno de los tebeos más vendidos de este Salón. En Milcomics.com también el revoloteo era constante y llamaban la atención sus objetos de merchandising pero era, conforme uno trataba de avanzar hacia el final de la sala Multisusos, cuando se daba de bruces con la zona más animada del Salón, la del manga y el anime. Disfraces de todo tipo se podían ver a lo largo de estos pasillos en los que las mujeres eran las más atrevidas pero en los que también se veían guerreros de todo tipo, algún que otro espíritu perdido de Star Wars y hasta personajes de los dibujos japoneses.

La gente seguía entrando al Salón y por la sala de conferencias ya habían pasado Javier Olivares y Santiago García (Las Meninas) y David Rubín con La Ficción. La actividad no tenía tregua mientras los más pequeños se introducían al mundo de los dibujos en el espacio destinado para ellos. Ellos no habían nacido cuando el número 22 de Zipi Zape salía a la venta por 7 pesetas y en el estand de El Coleccionista se podía adquirir. Ese ejemplar y otros muchos históricos de El Jabato, Mortadelo y Filemón y otros muchos de Bruguera. Los buscadores de objetos curiosos afilaban ayer sus uñas a la espera de dar el golpe a lo largo de este fin de semana.

En la cafetería había más tranquilidad para los que querían contemplar la exposición de Digimon aunque el bullicio exterior se dejaba sentir. Las máquinas de juego japonesas acumulaban fila para utilizarlas mientras los estands de camisetas cada año multiplican sus frases ingeniosas para tratar de atrapar a más compradores. Por los pasillos seguía pasando gente en una primera jornada del Salón del Cómic con bastante animación a la espera de los días grandes.