Es la gran apuesta de 2018 del Teatro Español de Madrid. Veinte actores pondrán en pie, a partir del 18 de enero, una adaptación de la película El ángel exterminador (1962) de Luis Buñuel, dirigida por Blanca Portillo, que hace hincapié en la idea del encierro como falsa salvación.

El encierro individual, familiar, de un país o de un continente. «Antes la gente salía de Europa, ahora Europa se cierra y no permite a nadie entrar. Nos creemos más protegidos, pero estamos más en peligro que nunca», reflexionó ayer la actriz y directora de escena en la rueda de prensa de presentación del montaje.

La película de Buñuel, un drama surrealista, propone una mirada crítica de la burguesía de la época. Un grupo de burgueses acude a una cena a una mansión. Los sirvientes y cocineros se marchan y, al terminar, los invitados descubren que no pueden abandonar la sala, aunque aparentemente nada se lo impide.

A medida que pasan los días, el encierro les pone en situaciones límite que les llevan a descubrir el lado salvaje que todos llevan dentro.

La adaptación, a cargo de Fernando Sansegundo, adopta un punto de vista contemporáneo. En lugar de la burguesía mexicana reflejada en la película, la obra pone en la diana a un sector social que Portillo ha denominado «establishment».

«La gente que detenta el poder, no tienen por qué ser familias de rancio abolengo. Pueden ser periodistas, empresarios, toreros. Gente que decide, que corta el bacalao y que se cree ajena a los males que afectan a los demás», dijo la directora, Premio Nacional de Teatro 2012.

«UN ESPEJO DE LA SOCIEDAD» / Reticente a explicar demasiado el contenido del montaje -«no expliques lo que quieres hacer, simplemente hazlo, eso lo he aprendido de Buñuel», señaló-, Blanca Portillo admitió que se puede hacer una lectura política de El ángel exterminador.

«Entiendo el teatro como espejo de la sociedad. Sí, hay una visión política, y también hay humor, mordacidad y un concepto visual bello y profundo», destacó la actriz y directora.

Portillo compareció flanqueada por los 20 actores que protagonizan el montaje, la directora artística del Español, Carme Portaceli; y Sansegundo, quien pidió al público que no tenga miedo a la palabra «surrealista». Portillo y Sansegundo dijeron haberse acercado a Buñuel con todo el respeto pero también «la irreverencia» necesaria. «Él siempre apelaba a la imaginación y la locura personal», dijo Portillo.