En 1959 Luis Buñuel estrenó Nazarín y ahora, 56 años más tarde, Javier Espada, director del Centro Buñuel de Calanda, presenta su documental Tras Nazarín, un viaje por la memoria y la creación de la película del genio de Calanda. Ayer se proyectó el documental en la IX Edición de ProyectAragón en la Sala CAI Luzán de Zaragoza y hoy se proyectará Nazarín a las 19.30 horas.

Nazarín, basada en la novela homónima de Benito Pérez Galdós, habla de la bondad humana y es una obra de importancia capital dentro de la filmografía de Buñuel, quien consideraba que era la mejor película que rodó en México. Espada cree que "es una película profundamente mexicana a la vez que es profundamente aragonesa". Destaca la "capacidad de fascinación que tiene Buñuel a la hora de contar historias" a través de "un relato muy especial donde pone sus sentimientos, su corazón y su infancia". Espada cree que Buñuel encontró en México el eco de su tierra. El documental Tras Nazarín, de 75 minutos de duración, ofrece un viaje por el proceso creativo que llevó a cabo Buñuel durante el rodaje. En el documental participan Luis Eduardo Aute, Carlos Reygadas, Arturo Ripstein, Carlos Saura, Jean Claude Carrière o el hijo de Buñuel, Juan Luis Buñuel, entre otros.

El proceso de creación del documental duró dos años aunque "previamente había una labor de documentación muy amplia", gracias a la cual rescataron fotografías y cintas de casete con la voz del propio Buñuel. Lo más complicado, admite Espada, fue el proceso de edición ya que hubo que desechar mucho material pero era la "única forma" de crear un documental con ritmo que pudiera llegar al público. Lo más gratificante para Espada fue encontrarse con gente que había trabajado con Buñuel o que se habían inspirado en su cine. Aunque también "la repercusión internacional que está teniendo esta película", destaca. Y es que se ha proyectado en festivales de cine en México, la India, Francia y en España.

Este documental es "fiel a la poética de Buñuel aunque tenga su propio ritmo y su propia poética". Con su documental, Espada intenta devolverle a México parte de lo que mucho que le dio a Buñuel y a tantos exiliados. También transmitir "la pasión por el cine y por el cine de Buñuel", concluye. Tras Nazarín tiene una dedicatoria final que ahora "está tristemente de actualidad" porque está dedicada a quienes como Buñuel "han encontrado su tierra en otra tierra". "Ojalá Europa sea igual de generosa que lo fue México al acoger a los exiliados españoles después de la Guerra Civil", añade Espada.

Espada comenta que el Centro Buñuel de Calanda está "en un momento esperanzador" gracias al apoyo por parte del Gobierno de Aragón. "Hay que apostar por la descentralización cultural, creo que no podemos permitir que todo se haga en Zaragoza. Aragón es muy extenso, rico y plural. Una riqueza que tenemos que apoyar entre todos", expone Espada.