La exposición El esplendor del Renacimiento en Aragón, que cuenta con los fondos más representativos de época renacentista del Museo de Zaragoza, y que está centrada en las figuras de Damián Forment y Jerónimo Vicente Vallejo, podrá verse en Zaragoza a partir de febrero del próximo año. Antes, llegará al Museo de Bellas Artes de Bilbao (de junio a septiembre de este año) y al de San Pío de Valencia (de octubre a enero del 2010), según un acuerdo firmado por el Gobierno Aragonés y la Fundación del centro de arte bilbaíno y del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana.

Además de los fondos del propio museo, la exposición cuenta con obras conservadas en otras instituciones hasta alcanzar más de un centenar, que explican la relevancia del Renacimiento en la Corona de Aragón. El esplendor del Renacimiento en Aragón supone una gran oportunidad para avanzar en la investigación y la renovación de estudios, atribuciones y tratamiento de conservación de las obras renacentista aragonesas.

Este acuerdo responde a un interés de las tres comunidades por la cooperación interterritorial en materia de cultura y patrimonio. La muestra estará coordinada por el director del Museo de Zaragoza, Miguel Beltrán, y su comisaria será Carmen Morte García, Catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza. Asimismo se constituirá un comité científico del que formarán parte representantes de los Museos de Bellas Artes de Bilbao y Valencia y del Museo de Zaragoza.

OBRAS IMPORTANTES En total, El Renacimiento en Aragón se compone de un total de 117 piezas, entre las que hay 57 óleos tabla, 48 esculturas, ocho obras de orfebrería, dos dibujos, una arqueta y una medalla; que provienen del Museo de Zaragoza y otros doce museos españoles, veinticinco colecciones religiosas y tres particulares.

El recorrido de la muestra comienza con obras singulares del arte gótico del siglo XV, donde destaca el retablo de Blesa, así como obras de los pintores Bartolomé Bermejo y Blasco de Grañén; y es que este siglo abre para la historia de Aragón un largo periodo de plenitud.

La segunda sección, la dedicada al Renacimiento, ofrece una amplia y variada muestra de obras del siglo XVI, pertenecientes a aquellos artistas que marcaron las directrices de las formas artísticas en Aragón. Se trata de una época de gran florecimiento, sobre todo por el patrocinio artístico, eclesiástico y civil, que convirtió a Aragón en una tierra atractiva para afincarse, por lo que llegaron de Flandes, Italia y Francia.

Es en este apartado donde se podrán ver obras de Gil Morlanes el Viejo, Pedro de Aponte, Maestro de Sijena, Alonse de Berruguete; así como otra dedicada a Damián Forment --en activo en Valencia, Aragón, Cataluña y La Rioja-- y la escultura aragonesa. También están presentes los seguidores del escultor, así como obras de Jerónimo Cosida, entre ellas el retablo de la Cárcel de Manifestados de Zaragoza, y de Pediguet, Morone y Chirart. Otros protagonistas son Juan de Anchieta y los pintores del entorno del duque de Villahermosa, con obras de los flamencos Shepers, Roland de Mois o Estanmolin.