Periodista y escritora, Rosa Villacastín publicó el pasado noviembre su novela Los años que amamos lócamente en el que hace un repaso de los años del destape, analizando los avances sociales que se alcanzaron en la época y como algunos de ellos parecen haberse perdido en la actualidad.

—Su madre le expulsó de casa a los 24 años cuando descubrió que tomaba la píldora anticonceptiva ¿Me equivoco?

—Así es, yo vivía en casa de mis padres, la verdad es que vivía muy bien con ellos, estaba desayunando una mañana antes de irme a la universidad y de repente mi madre me pilló tomándomela. Salió como un rayo hacia mi habitación, me metió cuatro cosas en una maleta y me echó. Hoy en día las abuelas se las dan a las hijas y a las nietas en el desayuno, es lo lógico.

—Varias organizaciones feministas ya han advertido de que “se ha perdido la batalla del feminismo con las nuevas generaciones”. ¿Estamos viviendo una etapa de retroceso en lo referente al tema de la mujer?

—Es que los hombres no habéis avanzado nada, con tantos años que han pasado una podría pensar que la mentalidad masculina ha cambiado, pero no ha sido así, actualmente me encuentro con chicos jóvenes que tienen la mentalidad de mi padre. El caso de La Manada es un claro ejemplo de ello. ¿Cómo es posible que todavía queden jóvenes que piensen que se puede violar grupalmente a una mujer impunemente? Hay que luchar mucho para que todos los avances que conseguimos en la Transición y en la época del destape no se vayan por el sumidero de la historia. Puede pasar y ha pasado en algunas ocasiones. Las chicas jóvenes han crecido en una normalización de la libertad y no son conscientes de su valor, no se dan cuenta de que lo que tenemos actualmente en este país es algo que nunca antes había existido y que las conquistas sociales y políticas conseguidas pueden irse al traste en cualquier momento.

—¿Qué es lo que hemos hecho mal como sociedad?

—Es posible que haya fallado la educación, creo que nos hemos confiado demasiado y hemos creído que ya lo habíamos conseguido todo. También es verdad que la crisis ha sacado lo peor de cada casa. Los hombres de mi generación estuvieron muy perdidos, porque de repente se toparon con mujeres que sabíamos lo que queríamos, ahora sus hijos han tomado el relevo. La violencia de género, mal llamada violencia, porque en realidad es terrorismo, parte siempre de una situación, que es la de las parejas en proceso de separación. Esto nos quiere decir que el hombre no puede soportar la idea de que la mujer sea libre y se independice, es por esto que la independencia económica de la mujer es de vital importancia.

—En una entrevista dijo “El desnudo de Marisol en ‘Interviú’ es la foto más bella que yo he visto”.

—¡Porque es cierto! Esa fotografía no tiene nada de pornográfica. El desnudo de Marisol nos abrió las puertas para desnudarnos también nosotras. Habíamos crecido con Marisol, la angelical niña del régimen, y de repente nos encontramos con esto. Fue un verdadero tsunami.

—Usted es una gran defensora del cine del destape, le cito lo que Fiorella Faltoyano, protagonista del ‘Asignatura Pendiente’, dijo recientemente en un evento feminista de crítica al destape: “No fue una etapa de liberación ni para el cine ni para la mujer, fue un cine machista que solo buscaba contestar a los deseos de los hombres”.

—Fiorella tiene razón, no era buen cine, era zafio, cutre y machista, pero las actrices que lo protagonizaron fueron muy valientes, no sé exactamente lo que ganarían, pero se jugaron mucho.