El Museo de Teruel exhibe hasta el 8 de enero una muestra retrospectiva de un artista más que desconocido, secreto. El pintor Godofredo Edo (Hospitalet de Llobregat, Barcelona, 1926) es una revelación de la abstracción española que ha trabajado durante décadas en secreto y sin exponer públicamente sus obras salvo aquellas que se exhibían en la librería que regentaba su esposa en Barcelona y a través de la que mantuvo relaciones con la intelectualidad catalana.

Edo estudió Bellas Artes en Barcelona, viajó a París entre 1957 y 1959, allí mantuvo contactos con los jóvenes artistas españoles vinculados al Colegio de España y trabó amistad con Salvador Victoria. El artista turolense Gonzalo Tena y el crítico Jesús Martínez Clará, consiguieron acceder al estudio donde el artista desarrollaba su trabajo al margen del mundo artístico. Edo aseguró en su visita a Teruel que sus obras no tienen mensaje: "Todo dependía de mi situación emocional" en el momento de la creación ya que "nunca me ha interesado el mundo comercial" y de ahí que no hay buscado la forma de publicitar su trabajo artístico.

Martínez Clará resaltó el carácter único de la exposición en la que juega una parte importante el espacio del propio Museo, una sala longitudinal, que ha permitido la creación de un gran mural en el que hay 64 obras de entre 1975 y 2007 en el que la composición responde a ritmos internos y no a su cronología.